"La Salvación viene de los judíos" (Juan 4,22) "Al judío primeramente y también a las naciones..." (Romanos 1,16). "En cada Cristiano hay un Judío" (Papa Francisco) "Jesús es Judío y lo será para siempre" (Juan Pablo II)

domingo, 10 de enero de 2021

Comentario al Evangelio del Evangelio de la Solemnidad del Bautismo del Señor, Ciclo B. Evangelio de Marcos 1,7-11.


 

Comentario al Evangelio del Evangelio de la Solemnidad del Bautismo del Señor, Ciclo B.
Evangelio de Marcos 1,7-11.
 
Yojanán (Juan), hijo de Elisheba (Isabel) y Zejaryahu haKohén (el sacerdote Zacarías), ha crecido, y el Eterno lo ha inspirado a abandonar su hogar y su oficio como kohén para dedicarse a aquello para lo que fue concebido: llamar al pueblo de Israel a la Teshuvá, es decir, a la conversión y el arrepentimiento de sus pecados para prepararlo ante la inminente llegada de haMashíaj (el Mesías), el liberador prometido por Adonai, y ser un miembro pleno de Israel y sujeto totalmente a la obediencia de la Torá.
La Teshuvá tenía cuatro etapas, las cuales aún permanecen en el sacramento de la Reconciliación:
- Arrepentimiento: el recipendiario sentía y manifestaba un genuino dolor de los pecados cometidos.
- Cesación: ya contrito, se comprometía a dejar de cometer pecados y transgredir la Torá.
 
- Confesión: el recipendiario hacía una confesión pública de sus pecados delante de su familia y el rabino aplicador. Estas confesiones públicas también se realizaban en el cristianismo primitivo, pero la Iglesia decidió y definió que la confesión debía ser algo privado, ya que muchas veces la confesión pública delante de la comunidad provocaba que algunos miembros hicieran escarnio a los neófitos recordándoles sus pecados del pasado, e incluso los chantajeaban, y se optó que la confesión sería entre el neófito y Dios a través del Presbítero.
 
- Resolución: Al momento previo a la tevilá, el recipendiario juraba solemnemente sujetarse a la Torá como su norma de vida y a amar a Hashem y a sus hermanos.
 
HaMatvil (el Bautista), además de invitar a la penitencia y la contricción de los pecados, imparte a aquellos que atienden a su predicación una tevilá para el perdón de los pecados.
¿Qué es la tevilá? 
 
A diferencia de la mikvé o lavado para recuperar la pureza ritual, la tevilá era un acontecimiento que definía un antes y un después en la vida de quienes la recibían.
 
Este ritual era una inmersión total en agua (טבילה= inmersión= βαπτιζω= Baptizô) por parte de un rabino, en el cual, se consideraba que el recipendiario volvía a nacer como un tzadiq (justo), es decir, un hombre comprometido al estudio y aplicación de la Torá de la mano del rabino que lo sumergió.
Es el río Yardén (Jordán) el lugar donde Yojanán imparte la tevilá, y acuden a él multitudes de Yehudá (Judea) y Yerushalaím (Jerusalén), que lo ven vestido al estilo de Eliyahu haNabí (el Profeta Elías), comiendo langostas y miel, en señal de austeridad.
 
Muchos creen que él es haMashíaj, pero siempre responde lo mismo: detrás de él viene aquel que es mucho más poderoso, ante el cual es indigno de agacharse para desatar la correas de sus sandalias, labor propia de los esclavos, además de simbolizar la ley del levirato, considerándose indigno de ser el esposo de Israel, pues aquel a quien Yojanán precede, es el legítimo marido y rescatador del pueblo de Adonai.
 
En esos días llega Yeshúa desde su hogar en Natzrat (Nazaret) de Galil (Galilea) al Yardén para ser sumergido por su primo Yojanán.
 
¿Yeshúa tenía pecados de los cuales arrepentirse? No, pero la tevilá tiene un sentido definitorio para Él: Yeshúa deja su vida ordinaria como constructor en Natzrat para tomar su papel como haMashíaj para salvar a su pueblo e inaugurar la era mesiánica y anunciar la llegada del Maljut haShamáyim (Reino de los Cielos) y la misericordia divina.
 
Yeshúa es sumergido, y al salir del agua, el cielo se abre, y se ve al Rúaj haQadosh (Espíritu Santo) descender sobre Él, mientras que la voz de YHVH, el Padre, resuena, diciendo: "Tú eres mi Hijo muy amado, y estoy complacido por ti..."
 
Cabe mencionar que en la voz del Padre se revela la misión de Yeshúa: al igual que el Patriarca Yitzaj (Isaac), es el Hijo más amado de Shadai, y al igual que el hijo de Abraham, está destinado a ser sacrificado en obediencia a Elohim... las palabras de Hashem denotan agrado ante su Hijo Eterno, quien acepta la misión de salvar a su pueblo...
 
La Iglesia primitiva seguía aplicando la Tevilá, pero se flexibilizó en su aplicación, pudiendo ser aplicada por medio de la aspersión, tal como nos permite ver la Doctrina de los Doce Apóstoles a las Naciones, también conocida como "Didaché", texto que es el testimonio más antiguo y precioso de las prácticas de la Iglesia judeocristiana del siglo I:
 
"En cuanto al bautismo, bautiza de esta manera: ...Bautiza en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo en agua viva (de río). Si no tienes agua viva, bautiza con otra agua. Si no puedes con agua fría, con agua caliente. Y si no tienes ninguna de las dos, derrama tres veces agua en la cabeza en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo..." (Didaché 7,1-3).
 
- Abbir ben Ismael.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

YESHUA HAMASHIAJ