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domingo, 31 de mayo de 2020

Comentario al Evangelio de la Solemnidad de Pentecostés, Ciclo A.

Comentario al Evangelio de la Solemnidad de Pentecostés, Ciclo A.
Evangelio de Juan 20,19-23.
Al atardecer del día de la resurrección, cuando las tinieblas -símbolo joánico de la ignorancia y falta de conocimiento- caían, los Sheliajim (Apóstoles) estaban encerrados en una casa, llenos de miedo, pues, si habían crucificado a su Rab (Maestro), todo auguraba que les esperaba el mismo destino...

Y en medio de su oscuridad (ignorancia), se les aparece Yeshúa, resucitado y glorioso, pero el mismo Yeshúa sencillo de siempre, saludándolos de la manera más común en Israel: Shalom alejem (Que la paz esté con ustedes). Y para mostrarles que no era un fantasma, les muestra las heridas de su reciente resurrección. ¿Por qué lo hizo? Porque en aquellos entonces existía la creencia supersticiosa en el judaísmo de que si se veía un "fantasma", se debía invocar al rey Shlomó (Salomón), quien en esos tiempos, gracias a textos apócrifos, tenía fama de exorcista, para alejar al espíritu, o en su defecto, alejarlo a fuerza de insultos. Pero Yeshúa se les adelanta y les muestra que no es un espíritu errante, sino que ha resucitado según su promesa. Esto alegró muchísimo a los Sheliajim, pues no fueron defraudados como los seguidores de otros falsos mesías.

Yeshúa les dirige las mismas palabras del saludo, pero ahora para reafirmarles que todo está bien y que no hay nada qué temer, y les dice: "Como el Padre me envió, así también yo los envío". Estas palabras reflejan la importancia y prioridad de la misión de los Sheliajim; Yeshúa fue enviado con una misión divina de perdonar, sanar, amar, redimir, liberar y llevar la buena noticia del amor del Padre a todos, y los Sheliajim y todos los cristianos tenemos esta misma misión divina de Yeshúa, ya que hemos sido enviados de la misma manera en que haMashíaj fue enviado...

Entonces, Yeshúa sopla en ellos, recordándonos el relato de la creación del hombre en Génesis 2, donde Hashem sopla para dar vida al ser humano. La expresión griega usada en este relato es "enephüsēsen" (ἐνεφύσησεν), que literalmente significa "sopló en ellos", no "sobre ellos", expresión también usada en la Septuaginta (Antiguo Testamento griego) para la creación de Adam, y traducción del hebreo "nafaj" (נָפַח), que significa "insuflar" (o inflar), es decir, dotar del alma viviente, la fuerza vital. Cabe resaltar que ambos términos, griego y hebreo, vienen de la misma raíz: N-F-S(H), de la cual también viene la palabra "nefesh" (נפש), que significa "alma". Yeshúa, siendo YHVH mismo, les da nueva vida y nuevas fuerzas para seguir en el mundo y cumplir su misión.

Y les dice también: "Reciban el Rúaj haQadosh (Espíritu Santo). A quienes les perdonen los pecados, les serán perdonados; y a quienes se los retengan, les serán retenidos". Aquí los Sheliajim reciben la autoridad para conceder el perdón de los pecados, o si lo juzgan correcto, negar la absolución. Aquí podemos ver el fundamento bíblico del perdón de los pecados por parte de los sacerdotes y obispos, y más aún, la facultad episcopal de condicionar el perdón. Los obispos, sucesores de los Sheliajim, llevan esta autoridad, pero también los bautizados, sacerdotes por nuestro bautismo, podemos perdonar, movidos por el Rúaj haQadosh, las ofensas que se nos hacen sin guardar rencor, es decir, otorgar un perdón auténtico sin respirar por la herida de la ofensa, pues nadie puede perdonar de verdad si no es movido por el Rúaj haQadosh.

¿Vivimos nuestra fe abiertamente o tenemos miedo de manifestarla al mundo?

¿Somos conscientes de la importancia de nuestra misión como discípulos de Yeshúa o nos es indiferente?

¿Le permitimos soplar en nosotros para darnos nueva vida cada vez que acudimos a los sacramentos, o cerramos nuestro corazón al Espíritu?

¿Tenemos en alta estima la autoridad de nuestros pastores o preferimos vivir un catolicismo "al margen" o anárquico?

Pidamos a Hashem vivir nuestro catolicismo valientemente, lleno de vida y de obediencia a nuestros pastores.

- Abbir ben Ismael.

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