"La Salvación viene de los judíos" (Juan 4,22) "Al judío primeramente y también a las naciones..." (Romanos 1,16). "En cada Cristiano hay un Judío" (Papa Francisco) "Jesús es Judío y lo será para siempre" (Juan Pablo II)

lunes, 10 de diciembre de 2018

Cena de Shabat de los Hebreos Católicos.




Queridos hermanos en Yeshúa HaMashiaj, bendito sea Su Nombre, Su Memoria y sus Obras.
            El shabat en su profundo significado místico y kabalístico nos recuerda la creación entera: primer día al séptimo día. La creación nos recuerda los seis días en que el Eterno trabajó y al séptimo terminó su obra maestra, (cf. Gén-Bereshit 2,1-4; Éx-Shemót 20,11) y así podamos santificarlo. “Recuerda el día del sábado para santificarlo” (Éx-Shemót 20,8).
            Cuando entramos en shabat; el séptimo día nos pone a modo de contemplación de entrar al primer día u octavo día de la creación; al significado profundo y místico: LA LUZ.
            Los Hebreos Católicos guardamos el día de Shabat en sus dos vertientes como lo hacían nuestros ancestros en la antigüedad:
1.      El séptimo día recordamos la salida del pueblo hebreo de la esclavitud egipcia. (Deuteronomio 5,15).
2.      Y el primer día u octavo día (Domingo) anunciamos su muerte, proclamamos su resurrección y su pronto regreso en la Eucarística. “anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección. ¡Ven Señor Jesús!.” (Plegaria eucarísticas para la celebración, Edición San Pablo, 2006 p.20; Yavikra. Levítico, 23, 36-44; cf. Yocjanan-Juan 20,26).

Así lo manda el Eterno, el séptimo día y el octavo día son días de Shabat: “El primer día tendréis una asamblea santa y el séptimo día tendréis otra asamblea santa. En esos días no haréis trabajo alguno, salvo la comida para cada uno” (Shemót-Éxodo 12,16; cf. Devarin-Deuteronomio 16,4).
Por tanto, la comunidad hebreo católica Mashíaj aprueba y defiende esta costumbre siempre y cuando la observancia del Shabat del séptimo día obligue a la familia a la participación devota de la Sagrada Eucaristía Dominical, el primer día de la semana u octavo día, en la que todos los bautizados celebramos la Resurrección del Mesías.
Por eso, los Hebreos Católicos creemos lo que subraya san Gregorio Magno: “Nosotros consideramos como verdadero sábado la persona de nuestro Redentor, Nuestro Señor Jesucristo” (“Verum autem sabbtum ipsum redemptorem nostrum Iesum Christum Dominum habemus”: Epist. 13,1: CCL 140 A, 992. Carta Apostólica Dies Domini del Santo padre Juan Pablo II. 31 de mayo de 1998. P.9.).
De manera que, la Iglesia puede vivir el “Shabbat” bíblico sin perjudicar el carácter cristiano del domingo:
“En esta perspectiva, la teología bíblica del “Shabbat”, sin perjudicar el carácter cristiano del domingo, puede ser recuperada plenamente…  En efecto, el continuo retorno del “Shabbat” aparta el tiempo del riesgo de encerrarse en sí mismo, para que quede abierto al horizonte de lo eterno, mediante la acogida de Di-s y de su kairoi, es decir, de los tiempos de su gracia y de sus intervenciones salvíficas” (Juan Pablo II. Dies Domini. Numero 60 Ed. Vaticana, p. 26).
Es importante destacar que el kabala Shabat (Acogida del Shabat) es de origen relativamente reciente, y fue introducida por la escuela cabalista de Safed a mediados del siglo XVI. De allí se difundió a todas las comunidades judías del mundo, siendo aceptado gradualmente como parte del servicio de oraciones del viernes por la noche.

LA REINA DEL SHABAT
            Cada vez que las mujeres encienden las velas del Shabat se llenan de alegría y te une con tu gente, es decir, miran atrás; hacia los tiempos de nuestros ante pasados; a Sara nuestra matriarca, cuya luz milagrosa iluminaba a Abraham y a Itsjak. A Rivka quien, bendijo a la luz del Shabat desde que tenía tan sólo tres años de edad. Y a Miriam la madre de Yeshúa el Salvador de Israel y las Naciones que celebró el Shabat en toda su pureza y perfección con su Hijo Yeshúa y su esposo san Yosef.
            Entre tanto, de acuerdo con la tradición hebrea, el Shabat es una Reina que nos visita una vez a la semana a la que honramos al salir, con una comida especial. Este banquete es llamado; melavé malka: “Escoltando a la Reina o Acompañantes de la Reina”.
            La Virgen María (Miriam), es por excelencia la Reina del Shabat que antes, durante y después del pacto guardó y santificó el Shabat. “Jesús pertenece a la cultura judía postexilica. En ella, coexistiendo paralelamente con el templo, pero anteponiéndose a este, se privilegia la participación en el culto a través de los espacios cercanos al pueblo. El primero es la casa, el hogar, lugar sagrado de la comida como liturgia familiar. En ella se celebra el memorial de la pascua. En torno a bendiciones, salmos, pan y vino, cantos, catequesis paternas, y en medio de la comida, los participantes se insertaban en el misterio de salvación” (Concilio plenario de Venezuela, número 88 p. 306).
            En conclusión, como dicta la tradición de la Iglesia; el sábado está dedicado a la Santísima Virgen María. Recibimos a la Reina del Shabat el viernes por la noche y la despedimos tras la Havdalá para entrar en el día primero de la semana (domingo), en la cual Yeshúa se manifestó Resucitado.
            El documento “Dies Domini” del santo Padre Juan Pablo II de feliz memoria en su numeral 8 expresa lo siguiente: “En el Nuevo Testamento recibe una nueva luz, la definitivo “descanso sabático” (Hebreo 4,9) en el que Cristo mismo entró con su resurrección y en el que está llamado a entrar el pueblo de Di-s, perseverando en su actitud de obediencia filiar (cf. Hb 4,3-16). Es necesario, pues, releer la gran página de la creación y profundizar en la teología del “sábado”, para entrar en la plena comprensión del domingo”.

En el amor del Mashiaj,
Pbro.: Aarón Yosef Cohen Tapiero. Padre fundador de la Asociación de Católicos con el Carisma Hebraico y de Tradición Hebrea.


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