"La Salvación viene de los judíos" (Juan 4,22) "Al judío primeramente y también a las naciones..." (Romanos 1,16). "En cada Cristiano hay un Judío" (Papa Francisco) "Jesús es Judío y lo será para siempre" (Juan Pablo II)

martes, 4 de junio de 2019

Rabbbuni – Mi Maestro (Juan 20,16)


Rabbbuni – Mi Maestro (Juan 20,16)

            Muchos creyentes y lectores se han quedado con la imagen de María Magdalena y sus palabras pronunciadas hacia la persona del Mashiaj como un gesto de cariño e íntima amistad. No se han dado cuenta que tal palabra empleada por la “Magdalena” era uno de los títulos honoríficos más elevados después de “Rabbí”.

            Los talmidím “discípulos” de Jesús, lo llamaban frecuentemente “Rabbí o Rabboni” cuyo equivalente en griego es “Maestro”. A finales del siglo II A.C, la palabra “Rabbí” se usaba para dirigirse de forma respetuosa a una persona “Mi maestro” hasta que con el tiempo fue perdiendo el sufijo posesivo y “Rabbí” comenzó a usarse como título para los maestros de la Ley con sus respectivos credenciales.


            Según la “Jewish Encyclopedia, 1906”, el título de “Rabban (Nuestro maestro) del plural Rabboni (Mi maestro), lo tuvo por primera vez el patriarca Gamaliél I (Cf. Hechos 5, 34-39) y después de él fue transmitido a los demás patriarcas sucesivos. Aquí se puede apreciar que para el tiempo de Jesús este título se usaba entre los Rabbí que gozaban de prestigio, que sobresalían en sabiduría y autoridad.

            Muchos fariseos buscaban el placer de ser llamados “Rabí o Rabban” buscando la atención de las personas y haciéndoles creer que poseían un alto grado intelectual. Por este motivo, Jesús interviene diciéndole a sus talmidím: “Ustedes no se hagan llamar maestro, porque uno sólo es su maestro, mientras que todos ustedes son hermanos” (Mateo 23,8).

            Jesús Nazareno nunca buscó los primeros puestos ni las alabanzas de las personas. Siempre mostraba humildad y lo llamaban con unos de los títulos grande “Rabbí” y también con el título más elevado de los tres “Rabboni” (1. Rab. 2. Rabbí y Rabban – Rabboni). En el Evangelio se muestra en dos ocasiones:
1.     En el ciego de Jericó (Marcos 10,51).
2.     María Magdalena (Juan 20,16).

            Para detectar que un Rabbí era analfabeta o ignorante pece que estaba rodeado de sus discípulos, buscaba siempre debatir las escrituras y tradiciones con otros Rabinos y Escribas.

            Con la persona de Jesús Nazareno es totalmente diferente. Las escrituras comentan que muchos judíos lo veían superior que los Escribas porque mostraba sabiduría y gran autoridad en la Ley “Toráh”. Un Rabbí o Rabban se sentaba o estando de pie para enseñar. “La gente se asombraba de su enseñanza porque les enseñaba con autoridad, no como los Letrados (Escribas)” (Marcos 1,22).

            Jesús muestra su sabiduría citando los libros de la Ley “Toráh”, Profetas y algunos Escritos. Es decir, el canon de Jesús es superior y mejor que los demás judíos fariseos de su tiempo. Por tanto, queda anulado la imagen que muchos escritores tenían de Jesús como una persona analfabeta o campesina que no sabía leer, ni escribir.

            Que orgullo más grande deben tener todos los cristianos por el título honorífico más elevado que la gente le dio a Jesús “Rabboni” y que para ese tiempo y en la era apostólica (Tradición Apostólica) lo formalizaron exclusivamente para los patriarcas o presidentes del Sanedrín.

Pbro.: Aharon Cohen Tapiero.
En el amor al Mashiaj.



BIBLIOGRAFIA
Aranda Pérez. García Martínez y Pérez Fernández, Literatura judía intertestamentaria, Volumen 9, (Navarra, 2005).

Jewish Encyclopedia. Rabban - Rabboni (Nueva York, 1906)
Nacar Colunga. Sagrada Biblia. (Madrid, 1993).

Levine. The Rabbinic Class of Roman Palestrine in Late Antiquity. (Nueva York, 1989)

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