Rabbbuni –
Mi Maestro (Juan 20,16)
Muchos
creyentes y lectores se han quedado con la imagen de María Magdalena y sus
palabras pronunciadas hacia la persona del Mashiaj como un gesto de cariño e
íntima amistad. No se han dado cuenta que tal palabra empleada por la
“Magdalena” era uno de los títulos honoríficos más elevados después de “Rabbí”.
Los
talmidím “discípulos” de Jesús, lo llamaban frecuentemente “Rabbí o Rabboni”
cuyo equivalente en griego es “Maestro”. A finales del siglo II A.C, la palabra
“Rabbí” se usaba para dirigirse de forma respetuosa a una persona “Mi maestro”
hasta que con el tiempo fue perdiendo el sufijo posesivo y “Rabbí” comenzó a
usarse como título para los maestros de la Ley con sus respectivos
credenciales.
Según
la “Jewish Encyclopedia, 1906”, el título de “Rabban (Nuestro maestro) del
plural Rabboni (Mi maestro), lo tuvo por primera vez el patriarca Gamaliél I (Cf.
Hechos 5, 34-39) y después de él fue transmitido a los demás patriarcas
sucesivos. Aquí se puede apreciar que para el tiempo de Jesús este título se
usaba entre los Rabbí que gozaban de prestigio, que sobresalían en sabiduría y
autoridad.
Muchos
fariseos buscaban el placer de ser llamados “Rabí o Rabban” buscando la
atención de las personas y haciéndoles creer que poseían un alto grado
intelectual. Por este motivo, Jesús interviene diciéndole a sus talmidím:
“Ustedes no se hagan llamar maestro, porque uno sólo es su maestro, mientras
que todos ustedes son hermanos” (Mateo 23,8).
Jesús
Nazareno nunca buscó los primeros puestos ni las alabanzas de las personas.
Siempre mostraba humildad y lo llamaban con unos de los títulos grande “Rabbí”
y también con el título más elevado de los tres “Rabboni” (1. Rab. 2. Rabbí y
Rabban – Rabboni). En el Evangelio se muestra en dos ocasiones:
1.
En el ciego de Jericó (Marcos
10,51).
2.
María Magdalena (Juan 20,16).
Para detectar que
un Rabbí era analfabeta o ignorante pece que estaba rodeado de sus discípulos,
buscaba siempre debatir las escrituras y tradiciones con otros Rabinos y
Escribas.
Con la persona de
Jesús Nazareno es totalmente diferente. Las escrituras comentan que muchos
judíos lo veían superior que los Escribas porque mostraba sabiduría y gran
autoridad en la Ley “Toráh”. Un Rabbí o Rabban se sentaba o estando de pie para
enseñar. “La gente se asombraba de su enseñanza porque les enseñaba con
autoridad, no como los Letrados (Escribas)” (Marcos 1,22).
Jesús muestra su
sabiduría citando los libros de la Ley “Toráh”, Profetas y algunos Escritos. Es
decir, el canon de Jesús es superior y mejor que los demás judíos fariseos de
su tiempo. Por tanto, queda anulado la imagen que muchos escritores tenían de
Jesús como una persona analfabeta o campesina que no sabía leer, ni escribir.
Que orgullo más
grande deben tener todos los cristianos por el título honorífico más elevado
que la gente le dio a Jesús “Rabboni” y que para ese tiempo y en la era
apostólica (Tradición Apostólica) lo formalizaron exclusivamente para los
patriarcas o presidentes del Sanedrín.
Pbro.: Aharon Cohen Tapiero.
En el amor al Mashiaj.
BIBLIOGRAFIA
Aranda
Pérez. García Martínez y Pérez Fernández, Literatura judía intertestamentaria,
Volumen 9, (Navarra, 2005).
Jewish
Encyclopedia. Rabban - Rabboni (Nueva York, 1906)
Nacar
Colunga. Sagrada Biblia. (Madrid, 1993).
Levine. The
Rabbinic Class of Roman Palestrine in Late Antiquity. (Nueva York, 1989)
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YESHUA HAMASHIAJ