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JESÚS POLÍGLOTA: EL PAPEL DEL HEBREO EN LA VIDA JUDÍA
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JESÚS POLÍGLOTA: EL PAPEL DEL HEBREO EN LA VIDA JUDÍA
Escrito por el Presbítero AHARON COHEN TAPIERO
“El hebreo antiguo que hablaba Jesús, sus discípulos y las
personas de esa época era totalmente diferente. La letra hoy día tiene otra
gramática, fonética y significados. Lo que hablaban en esa época, no tiene
sentido con lo que hablan hoy día. El hebreo de hoy es moderno y tiene una
mistura de pensamientos, léxicos y fonéticas europeas. Si apareciera una
persona de habla hebreo antiguo y otro de hebreo moderno, los dos no se
entenderían. (Moshé Tapiero Cohen).
Uno de los argumentos que han
utilizado y con mayor relevancia llevando a la persona de Jesús el Nazareno a
la pérdida de su judaísmo y al declive de su ser, ubicándolo en un lugar
llamado anacrónicamente Palestina, cuya lengua común del día a día era el
arameo y esto definía su pensamiento y ambiente cultural. Muchos expertos y
eruditos en idioma bíblico no han llegado a un acuerdo respecto al tema.
A lo largo de los siglos expertos
han utilizado una teoría aramea traduciendo a su paso el hebreo por arameo,
como las expresiones que se encuentran en Hechos de los Apóstoles 21, 40;
22, 2; 26, 2. El título de la Cruz donde especifica que estaba escrito en
hebreo (Juan 19,19) han llegado a decir que es arameo sin tomar en
cuenta que esta palabra ha sido respetada por los Códices Sinaítico, el
Códice Alejandrino y el Códice Beza, escritos más antiguos en la versión
griega. Flavio Josefo un historiador judío del primer siglo, fue
comandante de las fuerzas judías en Galilea, desertó hacia Roma ofreciéndose
como historiador oficial. En sus fuentes recogidas sobre la cultura judía desde
el siglo I a.C, y I d.C, considera que el idioma de esa época era el hebreo y
es aquí donde intervienen los eruditos afirmando que es arameo para luego ir a
las fuentes escriturísticas o manuscritos encontrados en el Mar Muerto, Qumran
y Masada como escrituras “arameo – hebreo” o decirle al hebreo del tiempo de
Jesús “arameo cuadrado”. Moshe Tapiero Cohen desde la ciudad de Beersheva
Israel comenta: “Jesús hablaba arameo y hebreo. Pero para el Judaísmo era el
hebreo. No existe la mezcla de “hebreo – arameo”. No existe. Es hebreo o es
arameo. Que uno hable dentro de la nación en dos idiomas es otra cosa”.
El Talmud de Babilonia y los
eruditos en literatura judía confirman lo dicho por Moshe Tapiero Cohen: “En el
Talmud de Babilonia se cuenta que un rabino le acusan de hablar hebreo
incorrectamente porque no usa términos bíblicos, a lo que responde: “La lengua
de la Torah por sí misma y la lengua de los sabios por sí misma”, que quiere
decir que son dos lenguas autónomas, cada una con sus propias reglas.
Descartada la opinión de que el hebreo de los tannaítas sea una lengua
artificial (puramente académica) o un hebreo arameizado o un arameo hebraizado”
(Cf. Talmud de Babilonia. Abodah Zarah 58b. Aranda Pérez. García Martínez y
Pérez Fernández, Literatura judía intertestamentaria, editorial Verbo Divino,
2005 p. 441).
Es importante conocer los
antecedentes por qué para el tiempo de Jesús se hablaba en toda Judea hebreo y poco en arameo y
griego, mientras que en Galilea y otros lugares el arameo prevalecía. En el año
587 a.C, una gran parte de la población del reino del Sur de Judá fue llevada prisionera
a Babilonia por el cual, adoptaron el arameo en su gran mayoría. Pero para el
año 538 a.C, los dejan en libertad para salir de Babilonia he ir donde les
plazca. Muchos de ellos como 40.000 regresaron a Jerusalem usando el arameo,
mientras que los judíos que vivían en Judea específicamente Jerusalem desde
siempre hablaban hebreo. Pero el año 167 a.C, Antíoco IV Epífanes desencadenó
una gran persecución religiosa contra los judíos. No sólo prohibió el culto al
Señor, los sacrificios en el templo, la circuncisión, la observancia del sábado
y las dietas alimenticias, sino que decretó sentencias de muerte para quien
practicara todo esto. Mandó ofrecer sacrificios a los dioses en el Templo de
Jerusalem y levantó un altar dedicado a la divinidad pagana “Zeus olímpico”.
Las prácticas y ritos del judaísmo eran juzgados como delitos políticos y
rebelión contra la soberanía seléucida. Los Macabeos conquistaron el Templo
restableciendo el culto en el año 164 a.C. tras esta victoria los Macabeos
condujeron al pueblo a restablecer oficialmente el idioma hebreo en toda Judea
como lengua nacional. (Cf. Fe bíblica: una llama arde en medio del vendaval.
Periodo Helenista. Editorial Paulinas 2005, p. 54 y p.76. David Bivin y Roy
Blizzard. Entendiendo las palabras difíciles de Jesús. 2007. P. 18).
En primera instancia Miriam Ha
Kedosha “María Santísima” y San Yosef el Tzadik (Cf. Mateo
1,19) hablaban hebreo y arameo. El arameo por ser la lengua común del
pueblo en las relaciones con la gente y el hebreo era una lengua de todos los
día como el saludo “Shalom”, “Amén: el cual la Iglesia Católica ha conservado
tanto en la liturgia como en la vida ordinaria”, en las oraciones diarias, y en
la sinagoga. El griego lo hablaba San Yosef por el oficio que desempeñaba como
artesano ya que era un idioma conocido en todo el imperio y la diáspora.
El Profesor David Flusser de la
Universidad Hebrea de Jerusalem, en su libro “El Judaísmo y las Raíces
Judías del Cristianismo”, afirma lo siguiente: “la lengua que se habló entre los judíos de este período
fue el hebreo, un poco arameo y en alguna medida el griego. Hasta
hace poco se creía por numerosos eruditos que la lengua hablada por los
discípulos de Jesús era el arameo, sin embargo, durante este período el
hebreo fue el lenguaje cotidiano y la lengua de estudio. Este asunto de
qué lengua se hablaba es especialmente importante para comprender la doctrina
de Jesús,… hay palabras de Jesús que pueden ser expresadas tanto en hebreo como
en arameo, pero hay algunas que sólo pueden ser entendidas en hebreo, sin
que ninguna de ellas pueda ser traducida al arameo. Uno puede demostrar el
origen hebreo de los evangelios
traduciéndolos de nuevo al hebreo”
El
ángel Gabriel cuando se dirige al sacerdote Zacarías, la Virgen Miriam a San
Yosef, hablándoles en hebreo. Está el caso de María la Virgen según Lucas
1,28: “Shalom Laj Miriam” (Este idioma se habla hoy día en el Estado
de Israel, cuya oración del Ave María en hebreo es rezada en la vicaría de Santiago para Católicos de Habla Hebrea en Israel y los
Hebreos Católicos que se encuentran a nivel mundial, en especial
la Asociación de Católicos de Tradición hebrea “Mashiaj” de
Hispanoamerica) y el equivalente en arameo: “Shlom lekh Maryam”
(Hoy día queda muy poco del idioma arameo occidental moderno que aún se habla
en algunos pueblos de Siria en la liturgia ya que su idioma común es el árabe).
Comentan los expertos Aranda Pérez. García Martínez y Pérez
Fernández, Literatura judía intertestamentaria, editorial Verbo Divino, 2005 p.
536, que en el: “siglo IV-V d.C, el arameo pasó a ser la lengua de los
rabinos”. Es decir, hay poca evidencia de textos arameos el cual se ha
proporcionado según los hallazgos en las cuevas de Qumrán y otros lugares un
20%.
Jesús nace sumergido en estas dos lenguas a diferencia del hebreo que lo
hablaban y era uso cotidiano en sus oraciones, en la sinagoga y en las
enseñanzas, ya que los textos de la Tanak estaban escritos en hebreo y en el
uso de palabras como de saludos y de afirmación. Igualmente pudo haber aprendido
griego por parte de su padre Yosef, ya que la empresa en su profesión de
artesanos “carpinteros” los llevaba a relacionarse con vendedores y compradores
de habla griego.
Desde niño aprendió hablar
arameo, pero al mismo tiempo sus padres le enseñaban hebreo. No solamente
porque debía rezar todos los días mañana y tarde. No sólo porque acudían a la
sinagoga, sino, porque en Judea desde hace mucho hablaban hebreo y sobre todo
en el lugar más Santo. El mismo Evangelio nos revela que Jesús hablaba perfectamente
el hebreo a un nivel culto para leer la Torah en medio de un diálogo recíproco
con los Doctores de la Ley, el día de su Bat Mitzvá “hijo de los mandamientos”; es decir, Jesús ahora
era responsable de hacer todas las Mitzvot (mandamientos).” (Cf. Lucas 2, 46-47). Y
dieciocho años después aproximadamente pudo haber aprendido otros idiomas. Hoy
día existen personas que tienen la capacidad para el lenguaje, los idiomas; por
qué le vamos a restar intelecto a Jesús.
“El hebreo ciertamente
predominaba vastamente sobre el arameo. El hebreo realmente fue hablado en
forma vernácula en Judea en el tiempo de Cristo” (David Bivin. Entendiendo
las palabras difíciles de Jesús. 2007. P. 09).
Existe un relato en el talmud de Babilonia
sobre un babilonio de habla arameo que se casó con una judía de Jerusalem y no
se entendían ente sí.
“Un tal babilonio subió a la Tierra de Israel y tomó una
esposa allí. Hágame hervir dos pies de vaca, ordenó, y ella le hirvió dos
lentejas, que lo enfurecieron con ella. Al día siguiente, dijo:
Hágame hervir un griwa, así que le hizo hervir un griwa. Ve y tráeme dos
bezuni; Entonces ella fue y le trajo dos velas. Ve y rompe sobre la cabeza
de la baba. Ahora Baba b. Buta estaba sentada en el umbral, comprometida a
juzgar una demanda. Así que ella fue y los rompió sobre su
cabeza. Dijo mentira a ella, ¿Cuál es el significado de esto que has
hecho? - Ella respondió: Así me ordenó mi marido. “Has cumplido la
voluntad de tu marido”, se reincorporó; que el Todopoderoso saque de ti
dos hijos como Baba b. Buta” (Talmud de Babilonia, Nedarim folio 66b). También
de un Rabino que es acusado por no hablar bien el hebreo sino un hebreo popular
(Cf. Talmud de Babilonia. Abodah Zarah 58b).
Los eruditos en Literatura judía
intertestamentaria, Aranda Pérez, García Martínez y Pérez Fernández,
2005 p. 441 comentan lo siguiente: “El hebreo clásico o bíblico de la Torah
no es el de la Misnah, sino el llamado hebreo rabínico 1 o misnaico, que se
hablaba popularmente en Judea en torno al cambio de era; en esta lengua están
escritas algunas de las cartas de Bar Kojbá, el Rollo de Cobre (3Q15) y la
carta haláhica de Qumrán (4QMMT)” y en la página 536 dice: “El hebreo
como lengua hablada parece quedó relegado a una estrecha área de Judea: es el
llamado hebreo rabínico que se encuentra en el Rollo de Cobre y Carta Haláhica
de Qumrán, en algunas cartas de Bar Kojbá, en la Misnah y en los midrasím más
antiguos cf. Supra, pp. 25-26. Pero este hebreo acabaría por desaparecer
cuando, tras la rebelión de Bar Kojbá, se produjo la emigración a Galilea de
los centros rabínicos”.
Aquí se muestra la lengua hebrea
que se llegó hablar en el tiempo del segundo templo, por un dialecto hebreo
popular sincronizado con el hebreo bíblico y todo gracias a la literatura de la
época rabínica que ha subido a la superficie.
Para establecer o configurar un
multilenguaje para la época de Jesús, los orígenes se remonta a la revuelta de
los Macabeos aproximadamente el en año 167 a.C, donde predominaba el arameo de
“Babilonia”, el hebreo de “Judea”, el griego de “Persia”, el latín del “Impero
Romano que se conoció como el opresor del tiempo de Jesús” y otros idiomas de
extranjeros que visitaban a Judea por motivos de comercio o judíos de la dispersión
cuando acudía a las fiestas de peregrinación (Cf. Hechos 2, 6-11).
Los Apóstoles sabían de la
facilidad que tenía Jesús en los idiomas; tanto es así, que los anima a
aprenderlos para que el Evangelio llegue a todas las naciones: “A los creyentes
acompañarán estas señales: en mi nombre expulsarán demonios, hablarán lenguas
nuevas…” (Marcos 16,17), en otras palabras les estaba diciendo que en su
nombre (El día de pentecostés – Shavuot) por medio del Espíritu Santo hablarían
otros idiomas: “Al oírse el ruido, se reunió una multitud, y estaban asombrados
porque cada uno oía a los apóstoles hablando en su propio idioma. Fuera de sí
por el asombro, comentaban: ¿Acaso los que hablan no son todos galileos? ¿Cómo
es que cada uno los oímos en nuestra lengua nativa?” (Hechos 2, 6-8).
El mensaje llegó a través de
muchos idiomas, y luego Pedro unifica, reúne en uno sólo hablando en idioma
hebreo (Cf. Hechos 2,14). Un indicativo de que hablaba hebreo es el
Evangelio de Mateo 26,73:
·
“Pues
además tú mismo habla te descubre” (Biblia de Jerusalem. Desclée de
Brouwer).
·
“Pues
tú mismo habla te descubre” (Sagrada Biblia. Nacar Colunga).
·
“Porque
aun la manera de hablar de ti manifiesto te hace” (Nuevo Testamento
Interlineal Griego Español. Francisco Lacueva).
·
“Porque
tu habla te hace manifiesto” (Biblia Antiguo y Nuevo Testamento en idioma
hebreo. Richard HadI, Leipzig).
Pedro habla en lengua hebrea con
acento galileo. Así sucedió en Shavuot con una pregunta similar “Acaso los que
hablan no son todos galileos? (Hechos 2,7). Aunque hablasen otros
idiomas iban hacer detectados por el acento arraigado de Galilea. Estos
galileos hablaban hebreo y arameo, así lo expresa el doctor en Teología Bíblica
Jeime Vázquez Allequez, pero el idioma que tuvo más peso y sobre la vida de cada
judío era el hebreo.
Por tanto, he dicho que muchos
expertos y eruditos existe entre ellos discrepancia lingüística. El 26 de mayo de 2014 el último día del Papa Francisco en Tierra Santa,
se reunió con el primer
ministro israelí, Benjamín Netanyahu escuchando un discurso sobre la tolerancia
de los cristianos en Israel y el fuerte vínculo entre el judaísmo y el
cristianismo donde le expresaba: “Jesús
estuvo aquí, en esta tierra. Habló en hebreo”, y el Papa sin tanto esperar le
responde: “arameo”. Luego le responde el primer ministro: “Hablaba arameo, pero
sabía hebreo”. Qué complejo es este tema que no hay que generalizarlo en un
solo idioma; los dos tienen ciertamente la razón aunque, discrepaban
lingüísticamente. Entre tanto,
desglosemos el tema en su complejidad.
Pablo
un eminente rabino, magistrado en las Escrituras Sagradas y hablante también en
lengua griega por el oficio que desempeñaba para ganar su sustento (Cf. Hechos
18, 1-4), lo mínimo que podía hablar eran tres lenguas (arameo, hebreo y
griego) en este caso se dirige al comandante en lengua griega ya que él no
hablaba hebreo, pidiéndole permiso para dirigirse a los judíos en lengua
hebrea. “Se hizo un silencio profundo y Pablo les habló en hebreo: Hermanos y
padres, escuchen mi defensa. Al oír que les hablaba en hebreo, se estuvieron
más quietos” (Hechos 21,40; 22, 1-2).
Recordemos los idiomas que se
empleaban en toda Judea: hebreo el que prevalecía, latín, griego (Cf. Jn 19,19)
y arameo. Pero en Galilea y Samaría se
hablaba arameo generalmente, muy poco hebreo y griego con todas sus variantes
dialécticas. Pablo le hablaba al comandante en griego koiné, pero entre
los judíos hablaban hebreo. “Caímos todos a tierra y yo escuché una voz que me
decía en hebreo: Shaúl, Shaúl ¿por qué me persigues?” (Hechos 26,14). No
solamente Pablo le habla al pueblo en hebreo, sino que también Jesús se dirige
a su pueblo y en este caso específico en hebreo.
En el siglo II, e.C. después de
la aplastante derrota de Simón Bar Kojbá o Bar Kokhba año 132 -135 D.C, Adriano
decidió borrar toda identidad judía y cambiar el nombre de Judea utilizando un
enemigo histórico: Los Filisteos. En el año 131 – 135 el emperador Adriano
llamó a Judea “Palestina” utilizando un nombre enemigo de antaño los filisteos,
del árabe “filistinum” o “pilistinos” y a la Capital Jerusalem como “Aelia Capitolina”
construyendo un santuario en honor a “Jupiter” en el lugar más sagrado del
judaísmo “el Monte del Templo”, erigiendo estatuas de dioses como “Juno,
Jupiter y Minerva” en toda la ciudad.
En el siglo IV los judeos –
cristianos y cristianos gentiles, se separaran del judaísmo y pasan hacer la
religión oficial del Imperio Romano, y le devuelve el nombre a la Capital
“Jerusalem”. Esto hizo que muchas gentes y escritores señalaran que Jesús nació
y se desenvolvió en Palestina, marginando así la identidad judía que le otorgó
su madre “La Virgen María” al nacer de vientre judío como lo afirma la halajá.
Más la Ley judía del Estado de Israel en el “artículo 4, inciso a”,
amplió el derecho a obtener la ciudadanía israelí a “los hijos y nietos de un
judío, a la pareja de un judío, y a la pareja del hijo y nieto de un judío”.
Lo que identifica a un judío es
su nombre, su idioma hebreo y su vestimenta judía distintiva. Esta identidad
judía se mostraba en el tiempo de Jesús Nazareno y en la era Apostólica o Tradición
Apostólica. Sara Lipkin una especialista en el idioma hebreo ha
comentado en su libro “El hebreo, historia por capítulos” (1992). Comenta que
“el hebreo arcaico de la Mikrá, que se hablaba en la época del Rey Salomón fue
sustituido unos 300 años antes de Cristo por un hebreo hablado que utilizaba
Parábolas, modismo, pronunciación y expresiones un tanto diferentes conocidos
como “Lashón jazal” – “Lengua de los Sabios”. Este lenguaje hebreo se habló en
Judea hasta el año 200 después de Cristo. La profesora Sara Lipkin manifiesta
que el arameo como lengua internacional, sólo se hablaba desde india hasta
Sudán”.
“El hebreo acabaría por
desaparecer cuando, tras la rebelión de Bar Kojbár, se produjo la emigración a
Galilea de los centros rabínicos. En la época amoraítica siglos IV-V e.C, el
arameo pasó a ser la lengua de los rabinos, aunque en algunos escritos aún
usaran un hebreo artificial, mezclado de léxico y sintaxis aramea y de no pocos
elementos griegos (es el llamado Hebreo Rabínico 2)” (Literatura judía
intertestamentaria, Aranda Pérez, García Martínez y Pérez Fernández,
2005 p. 536).
Lo que apoya y fortalece esta
investigación aparte de muchos escritores, investigadores y profesores en la
materia, son los recientes hallazgos concluyendo que la mayoría del tiempo de
Jesús hablaba hebreo. Entre muchas evidencias tenemos los manuscritos del Mar
Muerto y las Cartas de Simón Bar Kojbá o Bar Kokhba, el Rollo de Cobre, el
Rollo del Templo, la Misnah entre otros:
1. Libro
de Ben Sirá. Se escribió en hebreo en los años 190 – 180 A.C. fue traducido al
griego por el nieto de Ben Sirá: “Porque lo que se expresó originalmente en
hebreo no conserva el mismo sentido, traducido a otra lengua” (Eclesiástico
– “Ben Sirá” Prólogo 4).
2. Yosef
Ben Matitiahu o Flavius Josefo del año 37
– 100 e.C, en su libro “La Guerra de los judíos contra los romanos” tomo 6,
Cap. 2, dice que el General Tito, le habló textualmente al pueblo sitiado en
Jerusalem en el año 70 en lengua hebrea. Flavius Josefo en su libro hace la
distinción entre hebreo y arameo. En el texto original de los Hechos de los
Apóstoles en griego cuando se lee “Ebraisti” se refiere en “lengua hebrea” y
“Siristi” en “lengua siria”. Escritores como John Meier en su libro tomo I “Un
Judío Marginal”, en la lenguas de Jesús, traduce a su modo de ver, lo que dice
el historiador judío como “lengua de sus ante pasados” afirmando que era
arameo.
3. Hallazgos arqueológicos de fragmentos de cerámicas con los nombres de
algunos combatientes Judíos escrito en hebreo que fueron derrotados defendiendo
la fortaleza de Masada en el año 73 E.C.
4. Las Cartas de Simón Bar Kojbá o Bar Kokhba halladas
en el desierto de Judea y expuestas en el Museo arqueológico de Jerusalem.
Fueron escritas en hebreo antiguo entre 132 – 135 e.C. estas cartas están
confirmando que desde hace mucho tiempo todavía se hablaba hebreo en Judea. “Se
hizo un silencio profundo y Pablo les habló en hebreo… Al oír que hablaba en
hebreo, se quedaron más quieto” (Hechos 21,40; 22, 1-2).
5. Pergaminos y
miles de fragmentos descubiertos en las cuevas del Mar Muerto, Masada, las
Cuevas de Qumrán y Jerusalem fueron escritos el 90% en hebreo de la vida
cotidiana y muy pocos escritos religiosos entre ellos (Profetas postexílicos:
Ageo, Zacarías, Malaquías, Jonás. Y escritores sapienciales: Qohélet, Ben Sirá,
Job. Y poetas: Cantar y Salmos. También los autores de Crónicas y de relatos
como Ester y Rut. Y además se cuenta el Rollo de Cobre, la Carta Halahica de
Qumrán, las Cartas de Bar Kojbá, la Misnah y los midrasim más antiguos). La
minoría escrito en arameo y griego (Partes arameas de Daniel y Esdras. El Rollo
de los Ayunos, el Génesis apócrifo y la literatura midrásica porterior hasta
los Talmudes de Jerusalem siglo V d.C, y Babilonia siglo VIII d.C), entre 100
a.E y 70 d.C.
6. La Mishná, resumen los lineamientos de la sabiduría oral de los sabios para la
práctica correcta de los mandamientos. Recopilada en Galilea por Rabí Yehudá
Hanasí en el siglo III e.C, como editor y responsable y fue escrita en hebreo,
la lengua hablada en Judea en los siglos I al II d.C.
7. Para
el siglo I d.C, encontraron una inscripción en las ruinas de los Muros del
Templo de Jerualem que dice: “A la casa de la trompeta
para anunciar”.
8. Hallada
una columna de piedra en un edificio romano del tiempo del segundo templo del
siglo I e.C, con la inscripción en hebreo “Jerusalem”.
9. Encontrada una piedra del siglo I d.C, en una columna de un edifico
romano con una inscripción en idioma hebreo que dice: "Hananiah, hijo de
Dódalos de Jerusalén".
10. Entre los
manuscritos que se descubrieron cerca de las ruinas de Qumrán, en
la costa noroeste de Mar Muerto, a mediados del siglo XX, se descubrió uno
conocido como el Rollo de
Cobre en idioma hebreo coloquial. Hallado por los
arqueólogos durante la excavación de la Cueva 3, es el único documento que
no ha sido copiado sobre piel o papiro, sino sobre una plancha de cobre.
11. Los Rollos del Templo. Unos de los más famosos por ahora y el
más largo de todos los Rollos encontrados. Este manuscrito se divide en cuatro
secciones. La primera tiene que ver con la pureza ritual; la segunda, con las
fiestas religiosas; la tercera, con la construcción del templo de donde obtuvo
su nombre y la cuarta, tiene por tema el rey y el ejército de Israel.
12. Monedas con
inscripción de hebreo antiguo en la época de Bar Kojba del año 132-135 e,C.
Estas monedas fueron acuñas por mandato del rabí Akiba quien reconoció a Bar
Kojbá como “mesías y rey”. Su reinado duró dos años. Los cristianos judíos no
lo reconocieron porque ya ellos tenían al Mesías Jesús; esto sirvió para que la
separación se diera más y la persecución.
13. Monedas acuñadas
en Israel durante el segundo período del Templo del año 70 e.C,
aproximadamente, incluyen inscripciones escritas en hebreo antiguo y símbolos
judíos.
El
arameo se habló en Judea durante la ocupación Persia desde el siglo VI a.C. lo mismo
ocurrió desde el siglo IV a.C con el griego cuando Judea tuvo bajo el dominio
de los reyes tolomeos y seléucidas de Egipto y Siria. El hebreo vuelve en Judea
durante el renacimiento nacional judío por los reyes Jasmoneos “Macabeos” en
los siglos II y I a.C.
Durante las fiestas religiosas los
judíos hablaban entre sí en arameo griego o hebreo de acuerdo al lugar de donde
procedían. Jesús Nazareno pudo haber hablado en algunos de estos tres idiomas
en estas fiestas de peregrinación. Por ejemplo a los soldados romanos y a
Poncio Pilatos le pudo hablar en griego o latín, los grandes soldados que
comandaban los ejércitos debían aprenderse los idiomas según eran enviados,
pero un simple soldado solo hablaría el idioma nativo y el latín (Mateo 8,
8-13; 27, 11-14). También lo buscaban algunos griegos para hablar con Jesús
(Cf. 12, 21-22). Y se manifiesta claro que les hablaba a ellos en
griego, está el caso de la mujer sirio fenicia (Cf. 7, 24-30). Por
tanto, para predicar en parábolas, a la muchedumbre, en el templo, a la
samaritana, Jesús lo hizo en lengua hebrea. Pero en el siglo II inicia un
periodo de transición lingüísticas del hebreo al arameo en la Palestina creada
por Roma. En este periodo “Taciano el Sirio” escritor cristiano y
discípulo de San Justino, compuso el “Diatéssaron” un Evangelio sirio que
integraba a los demás en una versión única y sin contradicciones y estuvo en
uso en la Iglesia de lengua aramea que favoreció el arameo como lengua hablada
por Jesús. Por tanto, es de saber que
los copistas del siglo I y IV transcribieron fonéticamente en arameo porque los
judíos de su época ya no hablaban hebreo sino arameo. David Biven y Roy
Blizzard, escritores y especialistas en el estudio de los Evangelios dicen:
“El trasfondo hebreo en los Evangelios no solo revela en la estructura de las
oraciones sino que también en muchos literalismo y expresiones idiomáticas
presentes que son peculiares de la lengua hebrea. Los Evangelios están plagados
de confusiones debido a que los traductores por lo general no reconocieron el
pensamiento en hebreo, las expresiones idiomáticas y la estructura de las
oraciones que están detrás de los textos griegos” (Cf. Understanding the
Difficult Words of Jesús” 1995, pag. 53). También dicen: “Si la Iglesia se
hubiera provisto de una comprensión correcta del hebreo en las palabras de
Jesús, la mayor parte de las controversias teológicas nunca se hubiesen
suscitados desde el comienzo” (Pag. 67).
Esto nos recuerda que para poder
entender lo que dijo Jesús Nazareno, el cual está plasmado el Evangelio en sus
cuatro redacciones, debemos ubicarnos en la cultura y pensamiento hebreo.
“Caímos todos a tierra y yo oí una voz que me decía en lengua hebrea: Shaúl,
Shaúl, ¿por qué me persigues?” (Hechos 26,14). Ahora, ya con toda esta
ponencia de las nuevas evidencias y hallazgos que se han descubierto desde 1947
a 1965 en las Cuevas de Qumrán, Masada y el Mar Muerto, nadie podrá cambiar lo
que dijeron los primeros Padres de la Iglesia respecto al Evangelio hebreo de
Mateo:
1 1. Papías,
obispo de Hierápolis año 110: “De manera que Mateo escribió
las palabras en el idioma hebreo y cada uno las interpretó como pudo.” (Historia Eclesiástica, 3:39:16, Cambridge
University Press, 1898).
1. 2. Eusebio obispo de Cesarea de los años 325: “como también debía ir a los otros, confió a la escritura, en su lengua
materna, su evangelio, supliendo así, para aquellos de los que se alejaba, la
falta de su presencia por medio de la escritura”. (HE
3,24,6).
También
manifiesta: “Así pues, Mateo publicó
entre los hebreos en su propia
lengua, una forma escrita de Evangelio, en la época en que Pedro y Pablo evangelizaban Roma y fundaban allí
la Iglesia” (HE
5, 5, 2).
3.
Ireneo de Lyon, hacia el año 185: “El primer Evangelio fue escrito de acuerdo a Mateo,
el mismo que primero fue cobrador de impuestos, pero después fue un apóstol de
Jesús el Mesías, que habiéndolo publicado para los judíos creyentes, lo escribió
en hebreo” (Adversus Haeresses III, 1:1).
4.
Orígenes
primer cuarto del siglo III: “El primer Evangelio,
compuesto en idioma hebreo, fue escrito por Mateo… para aquellos que llegaron
del judaísmo a la fe” (Eusebio, Historia Eclesiástica VI 25,4).
5.
Epifanio,
sobre la secta judeocristiana de los Nazarenos: “Ellos
tienen el Evangelio de Mateo completo en hebreo. El que han preservado
cuidadosamente como fue escrito, en caracteres hebreos” (Refutación de todas
las herejías 29, 9,4). También escribe sobre los ebionitas, otra secta
mesiánica: “Y ellos también aceptan el Evangelio de Mateo… Lo llaman “según los
hebreos”, y que es la correcta forma de decirlo ya que sólo Mateo, entre los
escritores del Nuevo Testamento, presenta el evangelio en hebreo y con letras
hebreas” (Refutación de todas las herejías 30, 3,7).
6.
Jerónimo fue lejos el
más versado en hebreo de todos los Padre de la Iglesia. Su traducción al latín
de la Biblia, la Vulgata, ha permanecido hasta hoy como la Biblia autorizada de
la Iglesia Católica. San Jerónimo vivó los últimos 31 años de su vida en Belén.
Fue allí que él produjo su traducción al latín del Antiguo Testamento, hecho
directamente del hebreo. En cuanto al Evangelio de Mateo, Jerónimo escribe: “Mateo
fue el primero en Judea en componer el evangelio de Cristo en letras y palabras
hebreas… Aún no se sabe con certeza quién fue el que lo tradujo más tarde al
griego. Además, el texto hebreo mismo se preserva todavía en la biblioteca de
Cesarea que el mártir Panfilio reunió con mucho cuidado (De Virus Inlustribus3;
Cf. David Bivin y Roy Blizzard)
Les dejo aquí unas Transliteraciones
griegas del hebreo y arameo de David Bivin y Joshua Tilton del Instituto de
Estudios Bíblicos de Israel. Para más información de las palabras la fuente del
sitio web está al final:
Palabras hebreas
ἀμήν (amén) = אָמֵן (amén)
Mateo. 5:18, 26; 6:2, 5, 16;
8:10; 10:15, 23, 42; 11:11; 13:17; 16:28; 17:20; 18:3, 13, 18, [19]; 19:23, 28;
21:21, 31; 23:36; 24:2, 34, 47; 25:12, 40, 45; 26:13, 21, 34; Marcos 3:28;
8:12; 9:1, 41; 10:15, 29; 11:23; 12:43; 13:30; 14:9, 18, 25, 30; [16:20]; Lucas
4:24; 12:37; 18:17, 29; 21:32; 23:43
βάτος (batos) = בַּת (bat, medida de cantidad)
Lucas 16:6
ἡλί (heli) = אֵלִי (Elí, “Dios mío”)
Mateo. 27:46 (2xx)
λαμά (lama) = לָמָה (lama, “¿Por qué?”)
Mateo. 27:46
σαβαχθανί (sabachthani) = שְׁבַקְתַּנִי (shevaktani, “me has
abandonado”)
Mateo. 27:46
ὡσαννά (hosanna) = הוֹשַׁע‑נָא (hosha-na)
Mateo.
21:9 (2xx); Marco 11:9, 10
Palabras hebreas/arameas
ἀββά (abba) = אַבָּא (Heb./Aram. aba, “padre”)
Marcos 14:36
γέεννα (geenna) = גֵּי[א] הִנֹּם
(Heb. ge hinom, “gehenna,” “infierno,” “Valle de
Hinnom”); גֵיהִנָּם (Aram. gehinam,
“gehenna,” “infierno”)
Mateo. 5:22, 29,
30; 10:28; 18:9; 23:15, 33; Marcos 9:43, 45, 47; Lucas 12:5
ἐφφαθά (ephphatha) = הִפָּתַח (Heb. hipatah, “ser abierto”); אֶתְפְּתַח or אֶפְתַּח
(Aram. etpetah or ephtah,
“ser abierto”)
Marcos 7:34
κορβάν (korban) = קָרְבָּן (Heb. korban, “dedicado al Templo”); קָרְבָּנָא
(Aram. korbana, “dedicado al Templo”)
Marcos 7:11
κορβανᾶς (korbanas) = קָרְבָּן (Heb. korban, “dedicado al Templo”); קָרְבָּנָא
(Aram. korbana, “dedicado al Templo”)
Mateo. 27:6
κόρος (koros) = כֹּר (cor, medida de
cantidad); כּוֹרָא (Aram. cora, medida
de cantidad)
Lucas 16:7
μαμωνᾶς (mamonas) = מָמוֹן (Heb. mamon, “mammon,” “riqueza”); מָמוֹנָא
(Aram. mamona, “mammon,” “riqueza”)
Mateo. 6:24; Lucas
16:9, 11, 13
πάσχα (pascha) = פֶּסַח (Heb. pesah, “Pascua del Cordero”); פַּסְחָא
(Aram. pasha, “Pascua del Cordero”)
Mateo. 26:2, 17,
18, 19; Marcos 14:1, 12 (2xx), 14, 16; Lucas 2:41; 22:1, 7, 8, 11, 13, 15
ῥαββί (rabbi) = רַבִּי (Heb./Aram. rabi, “rabbi,” “mi maestro”)
Mateo. 23:7, 8;
26:25, 49; Marcos 9:5; 11:21; 14:45
ῥαββουνεί (rabbounei) = רַבּוּנִי (Heb. rabuni, “mi maestro”); רַבּוֹנִי (Aram. raboni, “mi maestro”)
Marcos 10:51
ῥακά (raka) = רֵיקָה (rekah,
“cabeza hueca”); רֵיקָא (Aram. reka,
“cabeza hueca”)
Mateo. 5:22
σάββατον (sabbaton) = שַׁבָּת (Heb. shabat, “Sabbath”); שַׁבַּתָּא
(Aram. shabata, “Sabbath”)
Mateo. 12:1, 2, 5,
8, 10, 11, 12; 24:20; 28:1 (2xx); Marcos 1:21; 2:23, 24, 27 (2xx), 28; 3:2, 4;
6:2; 16:1, 2, [9]; Lucas 4:16, 31; 6:1, 2, 5, 6, 7, 9; 13:10, 14 (2xx), 15, 16;
14:1, 3, 5; 18:12; 23:54, 56; 24:1
σατανᾶς (satanas) = שָׂטָן
(Heb. satan, “satan,” “el acusador”); סָטָנָא
(Aram. satana, “satan,” “el acusador”)
Mateo. 4:10; 12:26
(2xx); 16:23; Marcos 1:13; 3:23 (2xx), 26; 4:15; 8:33; Lucas 10:18; 11:18;
13:16; 22:3, 31
σάτον (saton) = סְאָה (Heb. seah, medida
de cantidad); סָאתָא (Aram. sata,
medida de cantidad)
Mateo. 13:33;
Lucas 13:21
σίκερα (sikera) = שֵׁכָר (Heb. shechar, “bebida fermentada,” “cerveza”);
שִׁכְרָא
(Aram. shichra, “bebida fermentada,” “cerveza”)
Palabras arameas
ἐλωΐ (eloi) = אֱלָהִי (elahi, “mi
Dios”)
Marcos 15.34 (2xx)
κούμ (koum) = קוּם (kum,
“salir/ascender”)
Marcos 5:41
λειμά (leima) = לְמָה (lema, “¿Por
qué?”)
Marcos 15:34
σαβαχθανεί (sabachthanei) = שְׁבַקְתַּנִי (shevaktani, “tú me abandonaste”)
Marcos 15:34
ταλιθά (talitha) = טַלְיְתָא or טְלִתָא (talyeta or telita, “pequeño cordero/niña”)
Marcos 5:41
(Cf. https://blog.israelbiblicalstudies.com/es/jewish-studie/trasliterasiones-griegas-delhebreo-y-arameo-por-david-bivin-y-joshua-tilton/#note-12404-4)
Concluyo con
este Documento de la Pontificia Comisión Bíblica “El Pueblo Judío y sus
Escrituras Sagradas en La Biblia Cristiana” (2001), número 12-13: “La
expresión más clara del modo cómo los contemporáneos de Jesús
interpretaban las Escrituras aparece en los manuscritos del Mar Muerto,
manuscritos copiados entre el siglo II a. C. y el año 60 d. C., en un período
bien próximo al del ministerio de Jesús y de la formación de los Evangelios.
Desde el punto de vista de la forma y del método, el Nuevo Testamento, en
particular los Evangelios, presenta grandes parecidos con Qumrán en el modo de
utilizar las Escrituras. El uso similar de la Escritura deriva de una
perspectiva de base parecida en las dos comunidades, la de Qumrán y la del
Nuevo Testamento. Una y otra tenían la convicción de que la plena comprensión
de las profecías había sido revelada a su fundador y transmitida por él: en
Qumrán, “el Maestro de Justicia”; para los cristianos, Jesús”
Pbro.: Aharon Cohen Tapiero.
BIBLIOGRAFÍA
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y Joshua Tilton. Transliteraciones griegas del hebreo y arameo.
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Introducción a la literatura talmúdica y midrásica. (Valencia, 1988).
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