"La Salvación viene de los judíos" (Juan 4,22) "Al judío primeramente y también a las naciones..." (Romanos 1,16). "En cada Cristiano hay un Judío" (Papa Francisco) "Jesús es Judío y lo será para siempre" (Juan Pablo II)

miércoles, 15 de septiembre de 2021

Hoy, la fiesta de Yom Kippur o Día del Perdón


 Hoy, la fiesta de Yom Kippur o Día del Perdón nos recuerda que el juicio de Hashem es proporcional a nuestro juicio, como Yeshúa nos enseña: "Perdona nuestras ofensas así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden", y "Con la vara que midan serán medidos".

En esta fecha debemos recordar la expiación hecha por haMashíaj en favor de nosotros en la cruz, la cual nos abre el paso al Qadosh haQedoshim (el Santo de los santos), lugar donde reside la presencia del Eterno, amparados por Yeshúa, el auténtico y definitivo Kohen Gadol (Sumo Sacerdote), que en la cruz fue Sacerdote, altar y víctima.
Un dato muy interesante es que la noche anterior a Yom Kippur, el Kohen Gadol no dormía, sino velaba orando y leyendo parashot y haftarot (secciones de la Torá y textos de los Nebiím) como preparación para el sacrificio expiatorio, en el cual se pedía perdón por los pecados de Israel pronunciando el Nombre del Eterno dentro del Qadosh haQedoshim en el Beit haMikdash (Templo de Yerushalaim), y hemos de notar que Yeshúa no durmió la noche anterior a su crucifixión, sino que se la pasó orando para prepararse a su sacrificio en la cruz, cumpliendo en su persona lo anunciado por los Nebiím (Profetas) y perdonando a todos, comenzando por sus verdugos, y no solo pronunciando el Shem haMemforash (Nombre inefable), sino más aún: Era Elohim mismo en la persona del Hijo quien moría en la cruz suspendido entre el cielo y la tierra, ofreciéndose como la víctima propiciatoria definitiva.
Hoy, cada Eucaristía es Yom Kippur, pues cada día en el altar se ofrece incruentamente la misma víctima de aquel Viernes santo.
También, cada vez que acudimos al sacramento de la reconciliación es Yom Kippur, pues nos presentamos en el tribunal de Hashem y se nos declara inocentes al mostrar nuestro arrepentimiento.
Recomendamos a todos leer en su integridad la Carta a los Hebreos, donde podremos ver con mayor claridad el sentido de esta celebración.
- Abbir ben Ismael.

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YESHUA HAMASHIAJ