La judeidad según Israel y
el Mesías
“Mientras que, si el incircunciso guarda los preceptos de la Toráh, ¿no
será tenido por circuncidado?” (Romanos 2, 26; Cf Dt 10, 16; 30, 6; Jer 4, 4;
6, 10; 9, 25s)
Desde la antigüedad se ha venido definiendo que es “judío”,
tanto dentro del judaísmo como fuera de él y ha variado el enfoque que se le ha
dado desde la vida religiosa o secular sea étnico o sociológicamente, llegando
siempre a un desacuerdo.
Para ello, se arrimaron a la halajá para dar una definición:
“Judío es aquel que nace de madre judía” (Talmud Babilonio Tratado de Kidushín
68,B; Cf.Dt 7, 3-4; Natar Lerner. “Los Judíos y No Judíos, Ante la Ley Israelí”.
Ed. Plus Ultra.(1978), porque se
dieron cuenta que no encajaban dos piezas del rompecabezas desde la perspectiva
política fundacional de los judíos dispersos por el mundo y árabes establecidos
en Palestina recientemente fundada como un Gobierno Provisional del estado
judío, que se llamaría “Estado de Israel” Cf.
Revista de Estudios Jurídicos N° 12. ISSN 1576-124X. Universidad de Jaén,
España-2012). Por esta razón, el artículo de enmienda de 1970 y evolución
de la jurisprudencia del máximo tribunal de justicia dijo: “Judío significa una
persona nacida de madre judía o convertida al judaísmo y que no es miembro de
ninguna otra religión”.
Como
ven, este término legal quedó carente de sentido científico y con un buen grado
de subjetivismo político en los procesos de negociación legislativa, cerrando a
muchas personas que tienen derecho a la “Ley de Retorno”. (Cf. Dr. Ricardo Brarler, Identidad Judía).
No
se enfocaron en lo que prescribe en la Toráh, que es citado por Pablo en
Romanos 2: “Circuncidad, pues, vuestros corazones y no endurezcáis más vuestra
cerviz” (Dt 10, 16; Cf. 30, 6),
porque se arrimaron a los intereses de la élite del Ministerio de Interior, por
consiguiente, la “Ley de Retorno” no define el término “judío” hasta nuestros
días, porque deben pasar por un proceso formal de conversión al judaísmo,
invalidando lo que dice la halajá de que “Judío es aquel nacido de vientre
judío” y en el cristianismo hay muchos nacidos de vientre judío, porque de
acuerdo a la halajá, quien nace judío y no se convierte en la fe judía no
pierde su condición de judío viviendo una vida étnica o sociológicamente sin aceptar
los treces preceptos de Maimónides.
Si
retrocedemos a la historia, el término judío empezó verse afectado en el
judaísmo desde los albores de la cristiandad (Cf. Hch 4, 1), y por la
cantidad de sacerdotes que abrazaban la fe por la tal “Cinta Escarlata” (Cf. Hch 6,7; Zohar
Vayikrá, sección 3, abreviado; Rosh Hashanáh 31b. Yoma 39b), es decir, el milagro giraba en torno al Corazón de Yeshúa, donde se
mostró la circuncisión del corazón para toda la humanidad y san Pablo lo ve
claramente “El verdadero judío lo es interiormente: la verdadera circuncisión
es del corazón, según el Espíritu y no según la ley escrita” (Rm 2, 29),
cumpliéndose lo que decía la Toráh.
Para el
año 70 después de la destrucción del Templo de Jerusalem se inicia un proceso
con el Concilio de Jamnia “Yavne – יבנה” de un largo camino, que
afínales del siglo III aproximadamente se produce la ruptura entre judíos y
cristianos judíos, cumpliéndose en pleno el mensaje de la Cruz “Jesús Nazareno
y Rey de los Judíos”, cuyo término consagra a todos los que creen en Yeshúa (Cf.
Dt 10, 16; 30, 6).
San
Pablo en Romanos 2, proyecta que el ser judío no está en la sangre, en el
“ADN”, sino en el “Alma”: “Circuncidará YHVH, tu Dios, tu corazón y el corazón
de tus descendientes, para que ames a YHVH, tu Dios, con todo tu corazón y con
toda tu alma, y vivas” (Dt 30, 6), por tanto, la identidad del “Alma” se
fue configurando desde la Última Cena de Pesaj – Crucifixión hasta Shavuot –
Pentecostés, el cual celebraron la Venida del Espíritu de Santidad y la
recepción de la Toráh y es cuando Pablo vendrá a decir: “Por tanto, el
incircunciso natural que cumple la Toráh te juzgará a ti, que, a pesar de tener
la letra y la circuncisión, traspasas la Toráh” (Rm 2, 27).
A lo
largo de la historia de la salvación, en el judaísmo y cristianismo la judeidad
nunca ha sido negociada porque se encuentra en el “Alma” de cada persona y de
allí es que Jesús es “Rey de los Judíos” porque es impresa en el “Alma”, en la
“Mikve - inmersión” después del corte del prepucio en el judaísmo y en el
cristianismo en el bautismo cuya palabra es “sumergir”, “inmersión”.
El
concepto “Yehudí”, cuyo nombre original es el “hebreo” que se encontraba en la
Toráh para describir a Abraham como el “hebreo” (Cf. Gen 14, 13) y es la
que utilizó Pablo al incluir a Judíos y gentiles, de aquí la importancia de la
Asociación de Católicos con el carisma hebraico y Tradición hebrea Mashiaj,
cuya salvación se abrió desde el Roto Corazón de Yeshúa para la humanidad.
En el amor del Mashiaj,
Pbro.: Aharon Cohen Tapiero.
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YESHUA HAMASHIAJ