Los Criptojudíos en Maracay, según la experiencia del
Pbro.: Aharon Cohen
“Si
los católicos de origen gentil nos valemos de la experiencia y el carisma de
nuestros hermanos bautizados de tradición hebrea, entenderemos muchas cosas que
vivimos en la Iglesia, lograremos fortalecer nuestra identidad cristiana,
nuestro amor por la Iglesia y nuestro sentido de pertenencia a ella.” Discurso del Papa Benedicto XVI en la Sinagoga de Colonia –
Alemania. Agosto de 2005.
Por la
naturaleza de la Asociación de hebreos católicos con el carisma hebraico y
Tradición hebrea “Mashiaj” y la pastoral que desempeña como movimiento de reconciliación
y diálogo interreligioso con nuestro hermanos judíos, sirva de experiencia en
el avance y acercamiento del diálogo “Judío Católico” que han venido trabajando
la Santa Sede, el Patriarcado Latino de Jerusalem de la comunidad de Santiago,
la Archidiócesis de Madrid – Centro de estudios Judeocristiano, diálogo entre
cristianos y judíos, el Monasterio Sinagoga Santa María la Blanca “Madrid” y la
Amistad Judeo-Cristiana de la diócesis de Valencia “España”.
Los judíos
sefaraditas llegaron a Venezuela después de la Inquisición española a
principios del siglo XVI, es decir, la conquista comenzó en el siglo XVI y se
extendió hasta mediados del siglo XVII.
Mi bisabuelo
Rabino Don Aron Díaz “Cohen” Tapiero nació en Tanger, Marruecos en 1877, para
luego establecerse en Perú en la ciudad de Lamas y fallece en el año 1946. Mi abuelo
Guillermo Díaz “Cohen” llega a Venezuela ha mediado del año 1930, como otro
inmigrante de apellido Cohen procedente de Marruecos para establecerse en
algunas ciudades como: Maracay, La Victoria, Villa de Cura, Valle de la Pascua,
San Fernando de Apure, Río Chico, Barquisimeto, Puerto Cabello, Carúpano,
Barcelona, La Guaira, Los Teques y Caracas. Cuando se proclama la independencia
de Marruecos en el año 1956, hubo otra oleada de migración hacia Venezuela.
Existen judíos
que se unieron a las comunidades judías ya conformadas sobre todo los de
Caracas, mientras otros muchos se mantuvieron en el anonimato. Hoy día muchos
judíos nacidos en Venezuela ocultan su identidad y religión, como también
judíos ashkenazíes que escaparon de los nazis en el año 1939. A estos se les
llaman Criptosjudíos.
LOS PRIMEROS
CRIPTOSJUDÍOS que la
Asociación “Mashiaj” recibió en sus comienzos en 1997, fueron los que procedían
desde la antigüedad de la Iglesia Copta, ahora ellos bautizados en la Iglesia
Católica aragüeña. Los hebreos católicos “Mashiaj” resguardó y valoró su
cultura y tradiciones, entre ellos el de circuncidar a los niños, a los 8 días
de haber nacidos y recibir el shabbat el viernes por la tarde. Amaban con mucho
fervor a la Santísima Virgen María y con el apostolado que les ofrecí empezaron
a frecuentar con mucho fervor la Eucaristía.
LOS SEGUNDOS
CRIPTOSJUDÍOS que
atendí fueron aquellos que viviendo en medio de la gentilidad escondieron su
identidad y religión haciéndose pasar como profesos de la fe de la Iglesia
Católica. Esto sucedió cuando llegué en el 2008 en el Barrio Los Cocos de la
ciudad de Maracay, cuando el presbítero Lorenzo me comunica de la existencia de
familias judías en la parroquia y no había quien las atendiera. Las visité en
medio de dialogo “Judío Católico” ofreciéndoles a resguardar y cuidar su
cultura y tradiciones judías. La mayoría de ellos se fortalecieron en la fe sus
padres y decidieron viajar a Israel, gracias al diálogo de reconciliación
interreligiosa. Las dos familias que quedaron las atendí hasta que los
abuelitos murieron y los hijos decidieron emigrar a Israel.
EL TERCER
CRIPTOJUDÍO se
enteró a mediado del 2009 que en la ciudad de Maracay existía una Asociación de
Católicos de Tradición hebrea, el cual se llegó a la Casa Parroquial del Barrio
Los Cocos. El y su familia fueron bautizado en la Iglesia aragüeña y decidieron
ocultar su identidad y no practicar jamás sus tradiciones por miedo que fueran
a maltratar físicamente a sus hijos, sus familias. Recuerdos doloroso de lo que
vivieron en la “Shoá”.
El 21 de
enero de 2018 después de la solemne misa de las fiestas patronales de “Santa
Inés Virgen y Mártir” me visitó UN RABINO. En la calle había música,
juegos, venta de comidas y sobre todo una buena sopa. Mandé pedir un plato de
sopa para mi hermano y una mesa donde estuvimos dialogando. Entre todo lo que
se dijo me manifestó que yo no debería estar más en la Iglesia, que no era mi
lugar y me fuera con él, pero yo le respondí que mi fe Católica estaba cimentada
en la sólida roca Yeshúa el Señor. Dialogamos un rato más y quedamos en vernos
otros momentos para compartir la fe de nuestros padres.
La Iglesia
Católica ha estado asumiendo la pastoral que le corresponde desde la
Declaración Nostra Aetate. Una pastoral de reconciliación y diálogo
interreligioso con nuestros hermanos judíos.
Que esta
experiencia les sirva para seguir construyendo puentes de amistad para trabajar
juntos en este mundo pluriracial, pluricultural, plurireligioso y plural en
todas sus facetas.
Pbro.:
Aharon Cohen Tapuero.
En
el amor del Mashiaj.
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YESHUA HAMASHIAJ