HECHOS DE LOS APOSTOLES 1, 1-4: El primer anuncio
testimoniado por Jesús (kerigma)
El término kerigma fue utilizado por los judíos de la
diáspora (Cf. Isaías 61) en la biblia versión de los setenta y, por tanto,
utilizado por los Cristianos Judíos y Cristianos Gentiles de la diáspora del
siglo I; Pero ¿qué pasó con los Cristianos Judíos de la Iglesia madre de
Jerusalén? Su idioma principal era el hebreo, no el arameo. El arameo era su
segundo idioma y lo utilizaban para hablar con los gentiles (Cf. Dr. Daniel
Vainstub. ¿En qué idioma hablaban los judíos en la época de Jesús? Conferencia
5. Las raíces judías del cristianismo 2021, Jerusalén).
Kerigma es una palabra que procede del griego cuyo
significado es primer anuncio o proclamación, usado con el significado de
proclamar como un emisario (Cf. Palacio, Carlos. Jesucristo. Historia e
interpretación. Ediciones Cristiandad 1978 p. 256).
Los judaitas de la diáspora del siglo I, la mayoría se
encontraban en Egipto, no en Mesopotamia, mientras que los de habla hebreo que
eran la minoría se encontraban en Judea, Galilea. Entendían que para dar un
mensaje relevante y de importancia primera era anunciado con el sonido del
“cuerno” o shofar (Cf. Éx 19, 16, 19; 20, 18; Josué 6, 6, 20; Jueces 3, 27; 7,
20; 1 Reyes 1, 34-39; Lv 25, 9). Por tanto, el primer anuncio, el kerigma
evocaba la imagen del “cuerno”.
Hechos de los Apóstoles evoca las primicias de un gran
anuncio en la vivencia de los 40 días de pascua antes de Pentecostés “Shavuot”
(Hch 1, 3). Este texto está evocando la epifanía que ocurrió en el Monte Sinaí,
donde San Jerónimo utiliza en sentido metafórico el término “cornuta – cuerno”,
para indicar la acción del verbo “resplandor”. Así como se sonaba el cuerno
para dar un anuncio importante, resplandecía la persona que emitía y recibía el
mensaje. El que anuncia el kerigma, ora y recibe a Jesús en su corazón, su
rostro resplandecerá como le sucedió a Moisés en el encuentro con YHVH cara a
cara, cuando ayunó cuarenta días y cuarenta noches en el Monte Sinaí (Éx 34,
29; Cf. Dt 9, 1-11).
Un kerigma anunciado como el sonido del cuerno o
shofar, será como el sonido de una campana que resuena y se extiende en el
espacio. Los hebreos que vivían antes del exilio y del siglo I, entendían muy
bien el significado del “cuerno” como resplandor, gloria, fuerza, poder a
diferencia que para la edad media esta terminología cambió de significado de
positivo a negativo, viéndolo como una imagen del demonio. Desde esta
perspectiva grandes eruditos se ha dejado llevar por el subjetivismo moderno
para inclinarse a una sola interpretación en la riqueza que inunda una palabra
hebrea.
Los cuernos en el mundo antiguo significa ser voceros,
mensajeros reales, representante de YHVH, emisarios. Los cuernos en la era de Moisés
(Moshé) manifestaba la autoridad de YHVH.
San Jerónimo ha sido desacreditado por muchos
insinuando que se equivocó al traducir del hebreo el término “karán”, dejándose
llevar por el griego “keras”. El texto original al latín traducido desde el
hebreo dice: “et ignoraba quod cornuta esset facies. y no sabía que cuernos
salía de su rostro” (Éx 34, 29. Colunga – Turrado. Biblia Vulgata. Ediciones
BAC, 1999).
En hebreo se lee así:
פָּנָ֖יו קָרַ֛ן עֹ֥ור “Cuernos
salían de la piel de su rostro”. La raíz verbal es “karán”: קרן Q. Irradiar, resplandecer, estar radiante Éx
34, 29-35, pero San Jerónimo utilizó la terminología “cuerno” que aparece en el
Salmo 69, 32. Hi. Echar cuernos, de la raíz “Keren” cuerno, asta, pitón,
cuerna, trompa, colmillo, destello, vigor, poderío (Cf. Luis Alonso Shökel.
Diccionario bíblico hebreo- español Editorial Trotta, Madrid 1999; Jaime
Vázquez Allgre. Diccionario bíblico hebreo – español. Editorial Verbo Divino,
Navarra 2003).
En un diccionario de bolsillo comenta que, “cuerno” es
(m) quéren y “rayo” es (m) barác (de luz, energía, ect, quéren). (Diccionario
bilingüe de bolsillo, español – hebreo, Israel 2003).
San Jerónimo dominaba el griego y no utilizó el verbo
de la traducción de los setenta “dedocastai” en el sentido que su rostro
resplandecía y no tiene nada que ver con los “cuernos” como “keras” en griego.
En la Segunda Carta a los Corintios lo traduce como
resplandor refiriéndose a Éx 34, 29 (2 Corintios 3, 7). Entre tanto, San
Jerónimo explica en el libro de Amón, que el término “cornuta” era una
referencia metafórica a la glorificación. Que el pueblo veía a Moisés bajando
con las tablas del testimonio y su rostro resplandecía, irradiaba como un rayo
que parecía que le salían cuernos. La cultura de entonces los llevaba a ver en
Moisés “cuernos” como el glorificado, representante por YHVH, ya que antes del
exilio los hebreos adoraban a YHVH en representación de un toro, cuyas
evidencias arqueológicas la encontramos en el museo de Jerusalén y textos
bíblicos lo confirman (Cf. Jueces 17, 1; Números 24, 8; 1 Reyes 12, 28; 1 Reyes
1, 50; 2 Reyes 2, 28; 1 Reyes 22, 11; 2 Crónicas 18, 10; Hebreo 10, 4; 9, 13).
El texto del Evangelio de Lucas usa el término griego
“cuerno – keras” cuyo significado metafórico es fuerza, poder (Cf. Francisco
Lacueva. Nuevo Testamento Interlineal Griego – España. Editorial Clie, España
1984).
En los comentarios del Diálogo contra los Pelagianos
vuelve a decir que los “cuernos” de Moisés es una metáfora de fuerza, poder,
sabiduría o conocimiento de Dios, como también lo comenta en Isaías y Ezequiel
(Cf. Ruth Mellinkoff. Moisés en el arte y el pensamiento medieval. EE.UU 1997).
Por tanto, los “cuernos” para la época de Moisés y
Jesús lo entendían como autoridad, fuerza, poder, resplandor, representante de
YHVH. El que anuncia el kerigma, y el que tiene ese encuentro con el Mesías su
rostro resplandece.
Ahora, ante este gran anuncio kerigmático del
testimonio de Jesús resucitado, se tuvo la Eucaristía cada ocho días: “Y
comiendo con ellos” (Hch 1, 4). Desde la resurrección de Jesús se presentaba
cada ocho días y este fue el último día (Cf. Mc 16, 2. 9; Lc
24, 1; 24, 13-35; Jn 20, 1. 19; Lc 24, 36-49; Jn 20, 26; Hch 2,1; 20, 7; 1 Co
16, 2; Ap 1, 10; Rm 13, 12; Mt 28, 1; Mc 16, 1; Hch 24, 5; Mt 2, 24; Hch 26, 9;
Hch 2, 22; 3, 6; 6, 14; 22, 8).
Es decir, anuncio kerigmático y Eucaristía están
entrelazados. Los que recibían a Jesús luego se presentaban alrededor de la
mesa a partir el pan (Cf. Hch 2, 42), una cena sencilla con el pan del pobre
“sin levadura”.
CONTINUARÁ….
En el amor del Mashiaj
Pbro. Aharon Cohen – Hernán Díaz.