EN EL MES DE LA BIBLIA
LOS 70 Ó 72 ENVIADOS DE MISIÓN EN TIEMPOS DE COVID-19
Primeramente enfocaré el número 70 o 72 que utilizó Jesús y que se encuentra en el Codex antiguo Sinaiticus, Cesariano y la mayoría de los otros textos alejandrinos y occidentales, como también el enfoque relacionado con el Antiguo Testamento.
En el año 285 – 246 a.C, durante el reinado de Ptolomeo II Filadelfo, fue llevado a cabo en Alejandría la traducción de la Tanak “la biblia hebrea” al griego por sus 72 traductores judíos enviados por el sumo Sacerdote de Jerusalém. Otros mencionan que eligieron a seis judíos eminentes en letras que procedían de las doce tribus de Israel haciendo un total de 72, que solía redondearse a 70, de aquí el nombre de Septuaginta o Biblia de los Setenta, que generalmente se abrevia “LXX”.
Fue un libro utilizado por los judíos de la diáspora y para la Iglesia primitiva de habla y cultura griega. En las cuevas de Qunrám fueron hallados los rollos con escritura griega del libro de Éxodo (7Q1), del Levítico (4Q119-120), de Números (4Q121), y Deuteronomio (4Q120-122); así como algunos breves escritos de Sirácides (Gruta 2), Tobías (Gruta 4), Baruc (Gruta 7), Jeremías (7Q2).
Existen dos tradiciones con variantes en el número de los enviados por Jesús en Lucas 10, 1-24.
a. En la tradición oriental es conocido como los Setenta Apóstoles: El número 70 es mencionado textualmente en el Codex Sinaíticus y Cesariano.
b. En la tradición occidental son llamados comúnmente los 72 discípulos: El número 72 aparece en la mayoría de los otros textos alejandrinos y occidentales.
El enfoque del Antiguo Testamento tiene una relación directa con lo que se narra en Lucas 10, 1-24:
A. “Sube a mí con Aaron, Nadab y Abihú y los setenta dirigentes de Israel. Subieron Moisés, Aarón, Nadab, Abihú y los setenta dirigentes de Israel y vieron al Dios de Israel” (Éxodo 24, 1.9). Los discípulos han subido dispuestos a cumplir la misión a la se les va a encomendar viendo directamente al Mesías de Israel.
B. Génesis 10, 32: 70 o 72 simboliza los pueblos de toda la humanidad, por tal motivo el mensaje debe abarcar al mundo entero, y nos recuerda que la alianza con Noé permanece en vigor mientras dura el tiempo de las naciones (Cf. Lc 21, 24) hasta la proclamación universal del Evangelio (Cf. CCE 58). Por tanto, es la Iglesia misionera dispuesta a evangelizar a tiempo y a destiempo.
C. Génesis 46, 27: así como 70 personas hebreas que entraron en Egipto, los enviados de Jesús iban a entrar a lugares donde nunca habían ido.
D. Éxodo 1,5: Menciona “y todos aquellos que eran descendientes directos de Jacob eran setenta almas”. Recuerden que primeramente Jesús eligió a los 12 Apóstoles simbolizando a las 12 tribus de Israel “los hijos de Jacob”, luego elige a los 70 o 72 discípulos provenientes de las 12 tribus.
El texto clave que enmarca Lucas 10, 1-28 es el siguiente: “Tráeme setenta dirigentes que te conste que dirigen y gobiernan al pueblo, llévalos a la tienda del encuentro y que esperen allí contigo. Yo bajaré y hablaré allí contigo. Apartaré una parte del espíritu que posees y se lo pasaré a ellos, para que se repartan contigo la carga del pueblo y no la tengas que llevar tú sólo. Después reunió a los setenta dirigentes del pueblo y los colocó alrededor de la tienda. El Señor bajó en la nube, habló con él, y pasó a los setenta dirigentes del pueblo. Al posarse sobre ellos el espíritu, se pusieron a profetizar, una sola vez” (Números 11, 16-17.24-25).
El motivo de enviar de dos en dos, es que el testimonio, la palabra de dos testigos sea aceptado. Así lo certifica Deuteronomio 19, 15: “No es válido el testimonio de uno solo contra nadie, en cualquier caso de pecado, culpa o delito. Sólo por el testimonio de dos o de tres testigo se podrá fallar una causa”. Los mandó a todas las ciudades y lugares a preparar el terreno “los corazones” para Jesús.
En este tiempo de pandemia universal muchos trabajadores se han recogido dejando muchos lugares “pueblos, caseríos, ciudades” abandonados, listo para que los lobos destruyan la cosecha. Pero hay otra gran parte de la cosecha que sigue siendo atendida por pocos trabajadores.
Para que nuestros ruegos sean atendidos, debemos ser testimonio en las calles de ir de dos en dos. Todos conocemos la frase “Ora y Trabaja”, una depende de la otra. Y me refiero a todas las personas, pongo a relucir a aquellas personas sin piernas, brazos, manos que salen día a día a las calles a buscar el pan de cada día, mientras que muchos por miedo a perder la vida o hasta lo más simple un dolor de cabeza prefieren mil veces encerrarse en sí mismos. ¿Quiénes salvarán su vida? Jesús te da la respuesta.
Estamos viviendo en medio de muchas enfermedades, no sólo de Covid-19, sino que mucha gente está muriendo de otras que han existido siempre. Pero hay otras que son terribles como el de aislarse y no ayudar a aquel que está pidiendo auxilio, de vender a un precio tres veces más alto sin importarme el otro, de robar (el dinero, zapatos, teléfonos, automóviles) hasta quitarle la vida a la persona, de conseguir medicinas al precio o la vida de quien sea, con tal de salvar la mía o de mi familia, dejar que maltraten y asesinen al prójimo que veo con tal no se metan conmigo.
Así están las ciudades y lugares en medio de esta pandemia que vive el mundo hoy. Se necesitan muchos trabajadores capaces de domar a los lobos, cambiando corazones. Solamente con testimoniar la paz, llegará a alguien o algunos de la familia, sabiendo siempre que no todos la recibirán, pero ustedes seguirán dando paz.
No actúen como los hipócritas que creen que si reciben algo de las casas pobres o acercárseles a ellos se va a contaminar de Covid-19, lo que podrás encontrar es gripe como siempre ha existido y de forma evolucionada, pero con el protocolo de bioseguridad no te contagiarás. Coman y beban de lo que les den, con tal de que ellos reciban el Reino de Dios y ustedes tienen derecho de alimentarse.
Debemos obedecer al “Quédate en casa”, a menos que sea de suma necesidad. Entre las necesidades de las personas a nivel mundial es ir a la calle a buscar el pan de cada día, y está saliendo la mayoría de los pobres cogestionándose las paradas de autobuses, las largas colas de los bancos por fuera y por dentro, los supermercados, los centros comerciales y de las gasolineras
También es de suma necesidad la salud física y espiritual. Obedecer, haciendo lo correcto “
“No vayan de casa en casa” (Lucas 10, 7) aquí está la clave y el plan pastoral de evangelización en este tiempo de pandemia, dándonos la autoridad de sanar enfermos en medio de la proclamación kerigmática.
Deben siempre estar contentos, alegres aunque los desprecien o no los reciban, pero haciéndoles ver que el Reino de Dios ha llegado y los milagros les acompañarán.
Nuestro esfuerzo valdrá un mundo, cuando muchos se den cuenta que la salvación ha llegado.
Pbro.: Hernán Díaz – Aharon Cohen Tapiero. En el amor del Mashiaj.
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YESHUA HAMASHIAJ