Conozcamos los Estatutos de Mashiaj
TITULO II, Art. 3 - 4
FORMACIÓN Y MARÍA SANTÍSIMA
“MIRYAM HAKEDOSHÁ”
Por la naturaleza de la Comunidad Mashiaj que vive su espiritualidad de la Tradición Apostólica (Cf. CCE 83), busca formarse para dar razones de su fe y la identidad de Mashiaj. Así nos ordenó San Pedro una de las tres columnas que pastoreaban las comunidades judías de Jerusalem (Cf. Gálatas 2, 7-10). Dijo: “Estén siempre dispuestos a defenderse si alguien les pide explicación de su esperanza, pero háganlo con modestia y respeto, con buena conciencia; de modo que los que hablan mal de su buena conducta cristiana queden avergonzados de sus propias palabras” (Cf. 1 Pedro 3, 15-16). Una formación apologética con argumentos sólidos de la Sagradas Escrituras, Tradición Apostólica, Magisterio de la Iglesia, Teológicos y Talmúdicos explicando con elocuencia y sabiduría (Cf. Lucas 21,15) nuestra identidad de Católicos de Tradición Hebrea, Hebreos Católicos o Judíos Católicos
Los miembros estudiarán constantemente el estudio de la Torá en su sentido general “Antiguo y Nuevo Testamento”, ya que Cristo es la Torá viviente, la Palabra de Di-s. Los hebreos católicos acudirán al “Centro de Estudios San Gamaliel” para su respectiva formación y su proceso de teshuvá.Los Católicos de Tradición Hebrea tenemos gran devoción a la Santísima Virgen María el cual, nuestra oración hacia ella la centramos sobre la persona de Cristo manifestada en sus misterios. (Cf. CCE 2668). Por ello, rezamos constantemente los misterios del Santo Rosario la síntesis de todo el Evangelio.
En la Virgen María pedimos protección e intercesión ya que fue “preservada inmune de toda mancha de pecado original, terminado el curso de su vida en la tierra, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria del cielo y enaltecida por Di-s como Reina del universo, para ser conformada más plenamente a su Hijo, Señor de los señores y vencedor del pecado y de la muerte (Cf. LG 59; cf. Pío XII, Const. apo. Munificentissimus Deus, 1 noviembre 1950: DS 3903). La Asunción de la Santísima Virgen constituye una participación singular en la Resurrección de su Hijo y una anticipación de la resurrección de los demás cristianos: En el parto te conservaste Virgen, en tu tránsito no desamparaste al mundo, oh Madre de Di-s. Alcanzaste la fuente de la Vida porque concebiste al Dios viviente, y con tu intercesión salvas de la muerte nuestras almas” (Tropario en el día de la Dormición de la Bienaventurada Virgen María). (CCE 966).
María es nuestra “Teothókos” Madre de Di-s, Madre de las matriarcas del Antiguo Testamento: Sara, Rebeca, Lea y Rajel (Cf. CCE 64). En la Cena de Shabat el viernes por la tarde las nombramos. María es la gran matriarca por excelencia e imitamos sus virtudes.
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YESHUA HAMASHIAJ