Comentario al Evangelio del XII Domingo Ordinario, Ciclo A.
Evangelio de Mateo 10,26-33.
Yeshúa ha elegido de entre todos sus talmidim (discípulos) a Doce Sheliajim (Apóstoles), a los cuales da la importante misión de continuar con el proyecto de Yeshúa. Les da autoridad para sanar enfermedades y expulsar demonios, pero también les habla de futuras persecuciones y odios en su contra, e incluso asesinatos, pero Yeshúa los tranquiliza: no se debe temer a la gente, pues todo lo secreto se revelará y lo escondido saldrá a la luz. El mensaje del Evangelio, le guste al mundo o no, se esparcirá y fructificará.
HaMashíaj (Cristo) les ordena que aquello que les enseñe en privado debe ser anunciado a los cuatro vientos para que todos lo escuchen y no reservarse nada.
También les habla de no temer a quienes destruyen el cuerpo, pero no el alma, es decir, seres humanos que pueden lastimarlos físicamente, pero sin tocar su alma, es decir, el soplo del Eterno que da la inteligencia, el raciocinio y los sentimientos a los hombres, pero sí deben temer a aquel que SÍ puede destruir el cuerpo y el alma en la Gehenna. ¿Quién puede destruir cuerpo y alma? Contrario a lo que normalmente se asevera, no es Satán, pues no tiene tal poder como para destruir el alma, sino Adonai...
¿Qué significa ésto? Yeshúa les recomienda tener temor del juicio de Elohim, pues en caso de ser reprobados y condenados, sí pueden ser destruidos en cuerpo y alma en la Gehenna, tal como lo menciona el Hitgalut (Apocalipsis) al hablar de la resurrección segunda, en la cual, los condenados resucitan para ser arrojados en el lago de fuego y azufre, otro símbolo de la Gehenna.
Y Yeshúa los anima mediante una breve parábola. En aquellos tiempos, se podía comprar dos pajaritos, generalmente gorriones o canarios por un as, que era la moneda romana de menor valor. Yeshúa da un valor bajísimo e insignificante a esos pajaritos, pero resalta que, a pesar de ser casi nada, la providencia divina los asiste, y no les puede pasar nada que Hashem no permita... ¡Y los hombres son infinitamente más valiosos que los pájaros, y gozan de una mayor asistencia por parte de el Eterno! Adonai los conoce bien y los ama, y "tiene todos sus cabellos contados", lo cual es un hebraísmo que implica un cuidado perfecto, y puntual.
Posteriormente, les deja en claro lo valioso del testimonio, sea con palabras y/o obras: quien dé buen testimonio de Yeshúa ante los hombres, Yeshúa dará buen testimonio de él delante del Padre del cielo, y en el caso contrario, quien niegue a Yeshúa delante de los hombres, Yeshúa mismo lo negará delante del Padre...
¿Somos conscientes de la responsabilidad que tenemos como cristianos de anunciar el Evangelio a todo el mundo?
¿Somos valientes o tenemos miedo de las críticas y la reprobación de los demás al momento de manifestar nuestra fe?
¿Tenemos presente la asistencia divina en nuestra misión, o nos cerramos en nuestro pesimismo?
¿Tenemos idea de lo valiosos que somos para Adonai y de su providencia?
¿Somos capaces de dar la vida por Yeshúa?
Pidamos a Hashem que nos ayude a ser valientes predicadores y difusores de su mensaje de amor.
- Abbir ben Ismael.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
YESHUA HAMASHIAJ