Comentario al Evangelio de la Solemnidad de la Presentación del Señor, Ciclo A.
Evangelio de Lucas 2,22-40.
Se han cumplido cuarenta días desde el nacimiento de Yeshúa, y la Mishpajá miNatzrat (Familia de Nazaret) se dirige al Bet haMikdash (Templo de Jerusalén) para cumplir la mitzvá (precepto) de presentar a todo primogénito ante Adonai y realizar el Pidión haBen (Rescate del Hijo), tal y como lo indica el libro de Bamidbar (Números 3,45-47). En tiempos antiguos, los padres de los pueblos cananeos consagraban a sus primogénitos a sus dioses y los sacrificaban con la creencia de que les garantizaría una descendencia numerosa... Otros, sepultaban al bebé en los cimientos de la casa, pues creían que ayudaría a que la casa nunca se cayera...
En cambio, Israel, elegido por YHVH, consagraba a sus primogénitos, pero los "rescataba", es decir, pagaba a Adonai una ofrenda en lugar de sacrificar a los niños.
Por la ofrenda presentada, dos palomas, se deduce que Yosef (José) y Miryam (María) eran pobres, pues los más pudientes presentaban un cordero.
Al entrar a presentar a Yeshúa, se les acerca Shimeón (Simeón), un hombre δίκαιος (díkaios= tzadiq= cumplidor de la Torá) y εὐλαβής (eúlabēs= jasid= piadoso/devoto), lleno del Rúaj haQadosh y de esperanza mesiánica, al cual el Eterno le había prometido no morir sin ver al Mashíaj (Mesías).
Emocionado, Shimeón pide a los padres de Yeshúa que le permitan cargarlo, y explota en alabanzas llenas de gratitud, pues Hashem le ha permitido ver con sus propios ojos a haGoel (el Redentor) de Israel, quien trae la libertad y luz para todas las naciones.
Yosef y Miryam se sorprendieron de tales alabanzas, y al momento de bendecirlos Shimeón, dice a Miryam: "Mira: Él será causa de que muchos caigan y muchos se levanten en Israel, y será una señal ἀντιλεγόμενον (antilegómenon)", es decir, que causará opiniones divididas en muchos e incluso rechazo, y "a ti una espada te atravesará el alma, pues se revelarán los διαλογισμοί (dialogismoí=razonamientos/pensamientos) ocultos de muchos corazones".
¿Qué es ésta espada? Es el dolor de que Yeshúa anunciará la verdad y expondrá a los hipócritas, y éstos a su vez lo odiarán y lo llevarán a la muerte...
También se acerca Janá bat Penuel (Ana, hija de Fanuel), una profetisa viuda que servía en el Bet haMikdash y oraba todo el tiempo. Ve al Niño, se alegra y comienza a alabar a Adonai y a anunciar maravillas a todos los que estaban en el recinto sagrado acerca de Yeshúa, declarando que Él es el Liberador de Israel.
Después de cumplir con la mitzvá, la Mishpajá miNatzrat regresa a casa, a santificarse en la vida diaria. El pequeño Yeshúa seguirá creciendo, haciéndose poderoso (ἐκραταιοῦτο= ékrataiouto), y llenándose de sabiduría (πληρούμενον σοφίᾳ= plēroúmenon sofía), gozando de la gracia/favor/simpatía/predilección (χάρις= járis) de Elohim y con el ejemplo de amor y fe de Miryam y Yosef.
A pesar de que Yeshúa no necesitaba cumplir la Torá, se sometió a ella para enseñarnos la obediencia, y sus padres nos enseñan a cumplir nuestros deberes espirituales hacia nuestros hijos.
A su vez, descubrimos en Shimeón y Janá al Antiguo Testamento, que se alegra al ver el cumplimiento de los Oráculos Divinos en la persona de Yeshúa. También ellos nos enseñan que las nuevas generaciones son la esperanza de los ancianos, quienes buscan que el mundo se convierta en un lugar mejor del que ellos vivieron.
Pidamos a Adonai que, como Yeshúa, cada día crezcamos en fe, en fuerza para defenderla, y en sabiduría para dar razón de ella, siempre gozando de la gracia de Hashem y bajo la intercesión y amparo de Miryam y Yosef.
- Abbir ben Ismael.
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YESHUA HAMASHIAJ