BREVE RESEÑA DE
SAN YOSEF EL ESPOSO DE LA VIRGEN MIRYAM.
Hoy
celebramos la Solemnidad de San Yosef esposo de la Santísima Virgen Miriam.
¿Quien
era San Yosef o San José? : San José era hijo de Jacob, el tercero entre seis
hermanos. Descendiente de la familia real del Rey David.
Reza
el Evangelio según San Mateo que María estaba desposada con José, y agrega una
línea más, he importante por qué María no vivía a un con su esposo.
Según
la ley judía cuando un joven pretendiente solía acudir a casa del padre de la novia portando una
gran suma de dinero, un contrato de esponsales, llamado shitre erusin (redactado
por las autoridades y costeado por el futuro novio), y un poco de vino.
En cuanto entraba en una casa un joven portando estas cosas ya se
sabía a qué venía. Entonces el pretendiente discutía con el padre de la chica y
con los hermanos mayores el precio acordado para poder desposar a su hija. El
coste solía ser de al menos doscientos denarios para una doncella y cien
denarios para una viuda, mientras que el consejo sacerdotal de Jerusalén fijó
cuatrocientos denarios para casar con la hija de un sacerdote. Por supuesto,
estas cifras indican sólo el mínimo legal, y podían ser aumentadas a voluntad.
Si finalmente el padre accedía, bebía con el pretendiente un trago de vino, y
se invitaba a la hija a pasar. Si la hija accedía (rara vez se opondría a un
acuerdo previo del padre), entonces había acuerdo, y la hija y el pretendiente
sellaban su acuerdo de esponsales bebiendo de misma copa de vino, mientras se
pronunciaba una bendición.
La bendición es la siguiente: “Con su permisos, señores: Bendito eres
Tú, Eterno, Di-s nuestro, Soberano del universo, Creador del fruto de la vid.
Bendito eres Tú, Eterno, Di-s nuestro, soberano del universo, que nos
ha santificado con Sus mandamientos y nos ha ordenado con respecto a las
relaciones prohibidas, nos ha prohibido a las mujeres desposadas y nos ha
permitido a las mujeres casadas por medio del palio nupcial con la
consagración. Bendito eres Tú, Eterno, que santificas a Su pueblo Yisrael por
medio del palio nupcial y la consagración.
Desde ese momento y hasta doce meses después tenían lugar los
esponsales.
Desde el momento de los esponsales, la novia era
tratada como si realmente estuviera casada. La unión no podía disolverse
excepto por un divorcio legal; el incumplimiento de la fidelidad era tratado
como adulterio; y la propiedad de la mujer pasaba virtualmente a ser del
esposo, a menos que expresamente renunciara a ello. Pero incluso en este caso
él era el heredero natural. Después del
contrato de esponsales los novios continuaban separados cada uno en la casa de
sus padres. Durante este período la novia se preparaba para su futuro papel de
esposa y el novio se encargaba de conseguir el futuro alojamiento para su
mujer, que podía ser incluso una habitación dentro de la casa de los padres.
Finalmente llegaba el día de la boda
(nissuin)
Pero
aquí no toca hablar de este segundo
momento del casamiento o del Nissuin.
Continúa
el texto sagrado que María espera un hijo por obra del Espíritu Santo. La aptitud
del Patriarca San José fue de un hombre justo, recto y temeroso de Di-s decide
no denunciarla porque él sabía lo que les pasaba a las mujeres adulteras según
relata la Torah. Ahora ¿cual fue el motivo por el cual José no la denunció? Muy
simple. Él se había fijado no en su apariencia sino en su corazón. Pero todo
cambió para San José cuando el Ángel del Señor le comenta lo que es María y el
niño que llevaba en sus entrañas.
Ahora
sabemos que cuando San José se desposa con la Virgen María (Los erusín), ellos
desde ese momento ya eran esposos, según
la ley debían seguir separados hasta un año, María lo atendía a él en todo
menos lo que conllevaba a una familia. Y al llegar el año fue cuando tuvo lugar
el casamiento (Los Nisuin).
San
José a pesar de tener un corazón frágil, aceptó a su esposa para apoyarla y
también a su hijo Jesús hasta el día que fallese. Cuenta la Beata Catalina de
Emerith que San José muere de un infarto del corazón, por soportar todos los
acontecimientos fuertes para poder salvar y cuidar de su esposa y su hijo el
Salvador del mundo.
PADRE AHARON
COHEN.
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